Duk no es un futbolista infinito

Luis Henrique Barros Lopes, conocido como Duk, no es un futbolista infinito. Su comienzo de temporada con el Leganés hacía albergar esperanzas de lo contrario. De que jamás se agotaría. De que tendría fuerzas imperecederas para acometer, una tras otra, intentonas de regates imposibles. Pero el sueño se desvaneció el pasado sábado ante Las Palmas. Duk es humano y se cansa. Y de su agotamiento nace una preocupación. El Leganés, sin la inercia de su hombre más desequilibrante, es un equipo venido a menos en ataque. A veces también en defensa.

Ante los canarios, el caboverdiano (25 años) volvió a ejercer de carrilero por la derecha, una posición en la que Paco López tuvo que exiliarlo en la jornada anterior ante el Granada por las bajas en defensa. Con Rubén Peña fuera de combate y Sebastián Figueredo recuperado, pero justito, el entrenador valenciano decidió sacar tres centrales y colocar a dos extremos (el mismo Duk y Naim) de carrileros. La fórmula salió de maravilla en Andalucía (0-2), así que se repitió en Butarque ante Las Palmas, no solo por su efectividad previa, sino porque la lista blanquiazul seguía tiritando en defensa. La idea funcionó de nuevo… pero sólo el tiempo que le duró la gasolina a Duk.

Inicio de escándalo, segunda mitad mermada

En los primeros 45 minutos Duk fue el mejor. Del Lega y del partido. Volvió loco a Mika Mármol y se lanzó a generar una tras otra las ocasiones más peligrosas del Leganés por esa banda derecha. Incluida la acción del 1-0 anulado a Diawara por fuera de juego previo de Diego García. Ocurre que ese recital de Duk lo hizo partiendo desde la posición de carrilero, un espacio en el que tiene que recorrer más metros para llegar a posiciones de peligro que si arranca directamente de extremo.

Los mapas de calor lo demuestran. Comparado su ‘termómetro’ ante el Depor (ahí partió de extremo zurdo con gol incluido) y el de este sábado, las imágenes demuestran que el atacante pisó menos área contra los canarios o, dicho de otra forma, que en su recorrido de extremo es más probable que llegue al área rival si comienza más adelantado. Además, no tiene que preocuparse tanto en correr hacia atrás, lo que también reduce esfuerzos.

Una suposición lógica que se cobró como resultado que en la segunda parte su rendimiento fuera mucho menor. Tampoco ayudó el cambio de Las Palmas, que robó la pelota al Leganés e hizo que Duk tuviera que estar más preocupado de tapar sus espacios, que de subir el carril. De hecho, el 0-1 llegó de un balón a la espalda que perforó Ale García.

Números espectaculares

Preguntado sobre s Duk había pagado el esfuerzo de la primera parte en la segunda, Paco López admitió lo evidente. “Sí, los esfuerzo de Duk ya lo veis que son explosivos. Es normal que se agoten. Todas sus acciones son explosivas. Es difícil que pueda aguantar los 90 minutos. Es una posición que estábamos mermados. Lo sabíamos. El gol ha venido por ese lado, pero nada que reprochar”, defendió al atacante que, no obstante, está opositando seriamente al título de jugador franquicia del Leganés.

Sus números asustan. Ya es el segundo jugador que más regates intenta de Segunda (33 por los 39 de Larrubia), el que más regates satisfactorios suma (18), el que más balones divididos se lleva (55), el segundo que más uno contra uno gana (49) y el segundo que más faltas recibe (21).

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Un portento que luce más cerca del área que lejos y que, además, se agota también más si se le aleja de la zona de peligro que cerca. Realidades que empiezan a humanizarlo para preocupación de un parroquia pepinera que esperan que no se le agoten las pilas tan pronto a su jugador más determinante.

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