REAL VALLADOLID - REAL ZARAGOZA
Dos banquillos calientes en Zorrilla con un clima gélido
El resultado del partido puede decidir el futuro de uno de los dos técnicos, ya que sus situaciones son bastante comprometidas.
Pocos entrenadores en Segunda División tienen tanta contestación por parte de sus respectivas aficiones como Paulo Pezzolano y Julio Velázquez. El uruguayo del Real Valladolid se echó la culpa a sí mismo de la derrota en Andorra, que era el penúltimo clasificado, ante la absoluta decepción que supuso perder la oportunidad de colocarse segundo en la tabla y con el agravante de aburrir a las ovejas habitualmente. Después de 29 jornadas el técnico ya no es intocable. Una derrota esta tarde pondría su continuidad en entredicho. La expectativa para el entrenador del conjunto aragonés no es mejor. El técnico salmantino, aunque criado en Valladolid, viene de perder frente al colista, Amorebieta, su equipo está más cerca del descenso que del playoff y sus resultados decepcionan tanto en la planta noble de La Romareda como en la grada. Afirma no tener un ultimátum, pero si pierde esta tarde... Por tanto, ambos técnicos se juegan parte de su futuro esta tarde en el José Zorrilla con un clima gélido (sigue el partido en directo en AS.com)
En el Real Valladolid la semana ha sido dura. La inesperada derrota en el Principado ha alterado la tranquilidad que había alrededor del equipo con la consabida proyección de que todo se decidiría en las últimas 10 jornadas. Sin embargo, perder en Andorra no estaba en los cálculos de nadie y las dudas sobre el juego, o la ausencia de él, y los resultados comienzan a hacer mella. Los pucelanos sólo han ganado dos de los últimos 10 encuentros, sumando 10 puntos de 30, números insostenibles para un equipo que quiere ser candidato al ascenso directo. Lo que pase esta tarde puede ser definitivo para el resto de la temporada.
En el aspecto deportivo, Paulo Pezzolano tendrá que hacer, al menos, dos cambios respecto al once que cayó en Andorra, dado que De la Hoz y Sylla están sancionados por acumulación de tarjetas. Al cántabro le suplirá Juric con toda seguridad en el centro del campo, mientras que en la delantera hay dudas de si entrará Marcos André, recién recuperado de su operación, o Álvaro Negredo, con una pequeña opción a que se juegue con falso nueve o que entre Kenedy. El resto del once será muy parecido al que viene jugando con la inclusión de Biuk en el extremo izquierdo del Real Valladolid.
Por su parte, el Real Zaragoza acude a Valladolid a lomos de su segunda gran crisis de la temporada, derrumbado otra vez tras su vergonzante derrota frente al Amorebieta en La Romareda, con sólo un punto sumado en las últimas cuatro jornadas y con Julio Velázquez seriamente amenazado de destitución y con su credibilidad por los suelos. Quizá un empate le daría una nueva oportunidad frente al Espanyol, pero una derrota le colocaría directamente en la calle. Pocos entrenadores en la historia del club aragonés han tenido una contestación tan elevada y tan rápida, y no sólo por los resultados.
Y es que sus conferencias de prensa, con un lenguaje rebuscado y alejado de toda certeza, son tan nocivas o más para su reputación. En realidad, Velázquez ha vivido ajeno desde el primer día a la realidad del Real Zaragoza. Aunque puso a la plantilla por las nubes en su presentación, se escabulló desde el principio del objetivo del ascenso, fijado primero por el presidente, Jorge Mas, y reiterado por el director general, Raúl Sanllehí, y después ha tratado de justificar lo injustificable, sin un gramo de autocrítica. El Zaragoza no le gana a nadie, pero Velázquez está contentísimo. O eso pregona. El zaragocismo ya ha pedido en dos ocasiones su despido a coro, pero esta vez ya no tiene margen, aunque él se empeñe en negar la realidad ante la visita al Nuevo José Zorrilla: “¿Examen final en Valladolid? No entro en el ruido ni en la rumorología. Desde el club me han transmitido la máxima confianza”.
En el plano estrictamente deportivo, el Zaragoza acude con tres bajas importantes respecto de la pasada jornada: Mouriño y Mollejo están sancionados por acumulación de tarjetas amarillas y Francho, como estaba cantado, no se ha recuperado de su fuerte golpe en la cresta ilíaca. Jair, Iván Azón y el juvenil Terrer, que ya hizo su debut frente al Amorebieta, apuntan a ser sus sustitutos, mientras el lateral derecho será esta vez para Fran Gámez en perjuicio del franco-argelino Zedadka.