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ELCHE | MATÍAS DITURO

“Debemos mantener los pies en la tierra porque es lo que nos ha traído hasta aquí”

Dituro, portero del Elche, analiza el momento de forma que ha llevado a su equipo al playoff. El meta ha encajado un gol en ocho jornadas.

Matías Dituro.
FITO GONZALEZDiarioAS

Matías Ezequiel Dituro (Bigand,1987) es un portero de altura. Ya no sólo por sus 1,91 metros, sino también por su peculiar historia y sus números de récord. Comenzó como jugador hasta los 14 años y ahora es el muro de Europa: sólo un gol en ocho jornadas, en lo que va de 2024 y la segunda vuelta del campeonato. No extraña que el Elche sea cuarto, a un triunfo del ascenso y del liderato. Dituro, a sus 36 años, atraviesa por “un momento especial”, como lo define. Comenzó marcando a rivales o haciendo goles a pares, merced a su imponente físico, hasta que un día el arquero de su equipo “decidió dejar de atajar” y él pidió al entrenador heredar ese puesto. Desde entonces, su carrera le ha dejado títulos en Chile, como capitán del Universidad Católica (UC), y en Bolivia, donde logró un registro aún inalcanzable: paró siete de los ocho penaltis que le ‘patearon’ contra la portería del Bolívar.

De pequeño le gustaba el voleibol y el tenis, de lo que ahora le queda alguna “pichanga” al pádel en verano. En el Elche vive su tercera temporada en España, tras pasar por Alavés y Celta. En Vigo también detuvo cuatro penaltis y fue indiscutible en la portería celeste, pero no le valió para renovar: “Hubo un cambio en la dirección deportiva y yo había llegado para romper con una racha de diez años de porteros de la cantera”. Entonces se marchó a Turquía, previo acuerdo con el UC. En enero llegó libre de la mano de Bragarnik y de Beccacece, con muchas opiniones en contra, para sustituir al ‘santo’ Edgar Badia, un reto que ya nadie le reprocha y que el Elche agradece desde la condición de firme candidato al ascenso, aunque sin dejar volar la euforia: “Tener los pies en la tierra es lo que nos ha traído hasta aquí y no vamos a variar el camino”.

El Elche CF es cuarto, mejor equipo de 2024, con un gol encajado en ocho jornadas y con el ascenso directo más cerca que nunca. Son números para felicitarle. ¿Cómo lo vive desde la portería?

En primer lugar, gracias por el reconocimiento, no solo hacia mí sino hacia el equipo. Creo que estamos haciendo un buen trabajo con humildad, con mucho sacrificio durante la semana, esforzándonos en todos los sectores del campo para conseguir estos números de los que habla. En lo personal, me voy sintiendo mejor, intentando enfocarme, en cada día y semana de trabajo, en corregir fallos para intentar aportar al equipo lo que necesite y competir lo mejor posible.

Titular indiscutible desde el primer día que llegó. ¿Se lo esperaba?

No me siento un titular indiscutible, ni mucho menos; sólo soy una parte de este grupo hermoso que me ha acogido muy bien desde el primer momento. Eso me ilusiona y me da muchas ganas de trabajar para el equipo, para ayudar, para estar ahí con mis compañeros y poder aportar mi granito de arena, no solamente en el arco, sino también para la salida de balón, en la construcción de juego. Mi objetivo es intentar acatar y entender lo que el míster quiere y, de esa manera, desarrollarlo no sólo en los partidos, sino de la misma manera en los entrenamientos.

¿Cuándo fue su primer contacto con el Elche?

Desde la primera llamada del Elche, empecé a conversar con la gente del club y siempre me demostraron el cariño y el deseo que tenían porque yo pudiese formar parte de este proyecto ilusionante y hermoso. A mí me atrajo mucho y desde el primer momento tomé la decisión de venir para acá; después hubo unas negociaciones para resolver diferentes situaciones. Me siento muy feliz de mi llegada del club. Llegué convencido de intentar hacer un aporte desde todo punto de vista, no sólo por mi experiencia, sino también por sumarme a la ilusión que me transmitía el entrenador en cuanto al grupo de trabajo que había y de cara a esta segunda vuelta que se venía. Estoy con ganas de afrontar esta recta final de Liga y de poder hacer las cosas bien. Cuando a un jugador le demuestran cariño y mucha ilusión por un proyecto, eso gusta mucho y yo no fui la excepción en este caso.

Todo lo pinta de dulce, pero su llegada estuvo rodeada de muchas críticas por ser el encargado de sustituir a Edgar Badia, un portero bien valorado por la grada. ¿Cómo recibió aquella situación?

Es normal que ante la salida de Edgar, un arquero que había hecho las cosas muy bien en el club, con tantos años en el Elche y siendo querido por la gente y con tantos años acá en el club, la afición se sintiese identificada con él y con San Román, que venía haciendo partidos de muy buena manera; es normal cuando un jugador nuevo llega que sucedan algunas cosas, pero yo intenté mantenerme siempre ajeno a todo lo que pueda pasar fuera, enfocándome en el trabajo, en el día a día, para poder brindar lo mejor de mí y, como dije en mi presentación, entregarme al 100% por el club, no solamente dentro de la cancha, sino también afuera e intentar poder aportar desde mi experiencia, desde mis años vividos en el fútbol, todo lo que pueda y lo que sea lo mejor para el equipo. Ese era mi único objetivo. Después, obviamente, no consumo mucho lo que pasa en las redes sociales. El presente me tiene muy feliz, no solo por mí sino por todo el equipo.

“Es normal que la afición se sintiese identificada con Edgar, pero yo intenté mantenerme ajeno a todo lo de fuera”

Dituro

¿Quién fue la primera persona que le llamó para fichar por el Elche?

No lo recuerdo bien… Ya cuando las conversaciones estaban avanzadas, prácticamente cerradas, ahí tuve el contacto con Sebas (Beccacece), pero anteriormente fue un llamado del club y después todo se manejó con mi representante, que era quien me lo iba transmitiendo.

¿Conocía a Sebastián Beccacece?

Personalmente, no; pero tenía las mejores referencias de él, de ver jugar a sus equipos. Me gustaba mucho lo que proponía desde la salida de balón porque eso es algo de lo que me siento identificado y quería hacerlo. Creía que me podría venir bien para dar una mano.

Christian Bragarnik también es el agente del Chacho Coudet, quizá por ahí llegó también alguna buena referencia…

A Christian tampoco le conocía, aunque sí, obviamente, había escuchado hablar mucho de él y de cómo trabajaba. Para no mentir, nos conocimos un día en un partido Celta de Vigo-Elche, en Balaídos. Le saludé en mitad de la cancha, pero fue en una milésima. La verdad es que de la relación del Chacho con Christian lo único que sé es por lo que se dice por ahí, pero no, no tenía este dato.

Dituro fue jugador de campo antes que portero. ¿Cómo fue ese cambio?

Desde chiquito, siempre fui jugador, nunca portero. Hasta los 14 años, siempre me moví en diferentes posiciones. Si había ‘pichanga’, me iba de delantero, de medio o de defensa. De chico probaba todos los puestos y cuando había algún partido medio informal, me metía de arquero en el equipo de mis amigos. Hubo un momento en el que tomé la decisión, tras la retirada del puesto de un compañero mío; él era el portero y no quiso atajar más. Ahí le pedí al entrenador la oportunidad de poder atajar y a los 14 años comenzó esta linda aventura.

¿Qué recuerda de sus inicios?

Fueron en el equipo de mi pueblo. Ahí es donde decido cambiar de jugador a arquero y enseguida tengo la posibilidad de poder pasar por las inferiores de Newell’s, Banfield, Almagro… y de ahí al recorrido por Bolivia, Chile y Europa.

¿Cuál fue el trampolín para dar el salto?

Yo creo que todas las etapas han sido importantes porque me han hecho crecer y ser fuerte; no todos los años fueron buenos. Por eso, cada situación me ha dejado algo de aprendizaje. Dentro siento que ya de un poquito más grande, cerca de los 27 años, es donde empecé a encontrar una estabilidad en clubes, a encontrarme y a sentir que disfrutaba del fútbol de otra manera. Cuando era más chico lo único que quería era que me patearan y sacar pelotas, pero ya después, a medida que iba creciendo, fui entendiendo e involucrándome muchísimo más en la táctica, entendiendo un poquito más de los partidos… A partir de los 27 o 28 años es cuando empecé a tomar mejores decisiones en mi carrera para vivir años muy buenos en Bolívar, en Universidad Católica. Chile me marcó porque viví y estuve muchos años, allí nacieron mis dos hijos, tengo gente que quiero un montón y la UC fue el club que me dio la posibilidad de salir campeón y de ser capitán. Es un club que me ha marcado mucho y en el cual he pasado muchos años. Y después tuve la posibilidad de salir al Celta, pasar por Turquía y llegar aquí. Por eso digo que estos últimos años, desde los 27 o 28 hacia adelante, es cuando más lo disfruté.

En Vigo fue titular, parando cuatro penaltis y estando en un gran momento de madurez. ¿Por qué no renovó en el Celta?

No sé cuál fue el motivo real de no renovar en el Celta. Yo estaba muy contento en el club, aunque también justo hubo un cambio con la dirección deportiva que me había llevado a mí, después de 10 años de contar con porteros formados en la cantera. Entonces, trajeron a un arquero de fuera, cambió la dirección deportiva, y considero que eso pesó un poquito. Tuve otras posibilidades de continuar en equipos de la Liga, pero no hubo acuerdo con el club al que yo pertenecía, que era Universidad Católica de Chile. Mi deseo y mis ganas eran de continuar en la Liga.

“No sé cuál fue el motivo para no renovar en el Celta; yo estaba muy contento en el club”

Dituro

El Elche ha ganado en solidez y más que por parar está destacando por jugar con los pies como último defensa. Habrá que estar preparado para el día que ese último hombre pierda un balón…

Eso es parte de los riesgos que nosotros asumimos como equipo. Intentamos y trabajamos mucho la salida de balón para generar superioridad. Y es algo que me gusta. En la vida y en el fútbol, estamos siempre expuestos al riesgo. Sabemos que un error, en este caso del portero en una zona tan adelantada, obviamente puede acabar en un golpe, pero no podemos fijarnos solamente en eso. No se puede analizar el juego solamente por si se va a cometer o no un error. Creo que hay muchas situaciones más en el sistema que nos hacen ganar en un montón de aspectos, que el portero pueda jugar en esa posición y que podamos liberar gente. Por eso, dentro de los riesgos medidos, intento tomar siempre la mejor decisión, con la precaución de no excederme de confianza y de estar siempre en estado de alerta porque sabemos que son milésimas de segundos en las cuales hay para tomar una decisión y que soy el último hombre del equipo. Mi función es transmitir esa seguridad y confianza a mis compañeros.

¿Qué destaca del innovador estilo de juego de Sebastián Beccacece?

A mí me gusta, me cautiva mucho, como dije antes. Soy un arquero que desde una cierta edad me he interesado mucho por la táctica y por la forma en que juegan los equipos. Creo que este Elche es un conjunto que propone mucho, que es valiente, que juega mano a mano muchas veces, que es agresivo, que es intenso, que rota muy bien las posiciones, que intenta buscar la forma de poder quedar superioridad numérica, de poner a nuestros jugadores que son más desequilibrantes de mitad de cancha hacia arriba, con balón en el pie, y con ventaja pudiendo ponerlos de frente a una defensa. Las rotaciones que va proponiendo el entrenador, el compañero los van intentando y lo van asumiendo de buena manera; por eso va funcionando. Obviamente que Sebas es un entrenador que nos da bastante libertad en algunas situaciones, pero sí es muy trabajador en cuanto al sentido de poder y de cómo vulnerar al equipo rival más allá de que siempre estamos pensando en mejorar nuestra propia versión, con respecto a la del último fin de semana. Es algo de lo que nos alimentamos semana tras semana para seguir creciendo como equipo y es lo que por ahí nos hace sostener un ritmo de juego alto.

“Este Elche es valiente, agresivo, intenso y el entrenador nos da bastante libertad”

Dituro

El otro día el 2-0 fue de penalti, en un lanzamiento que se ‘disputaron’ Tete Morente y Nico Fernández. Beccacece podría resolver el dilema con Dituro, como ya hizo en otros equipos. ¿Por qué no?

En otros equipos es cierto que me ha tocado ser el encargado de patear los penales. Me gusta, pero acá creo que hay gente que le pega muy bien a la pelota, que les gusta, que son los encargados y que lo están haciendo muy bien. Yo confío plenamente en ellos, así que ojalá no me toque patear ningún penal y que ellos los sigan metiendo. En la Universidad Católica tenía definiciones y en equipos anteriores era el encargado principal.

Dituro ha ganado títulos en Bolivia y Chile, tiene el récord de penaltis parados en un mismo campeonato (siete de ocho), ha destacado en Primera con el Celta… ¿Es muy atrevido decir que está en el mejor momento de su carrera?

Este es un momento clave en mi carrera. Recibir elogios y buenas críticas está bueno porque al jugador le hace saber que va por buen camino, que el trabajo de la semana y el esfuerzo son valorados y recompensados, pero siempre y cuando sea en su punto justo; el elogio en un punto justo es positivo, pero el exceso de elogio puede no serlo. Hay que saber y entender que lo que nos trajo hasta acá es el esfuerzo, la unión, el compromiso, la humildad del trabajo y un montón de valores más que no podemos perderlos. Pienso que lo más importante como equipo es seguir fortaleciendo esos valores, seguir trabajando como lo venimos haciendo teniendo esa mixtura perfecta y ese balance perfecto entre el trabajo, el esfuerzo, el descanso, la recuperación, el compartir éxitos y momentos no tan buenos. Eso lo venimos haciendo muy bien y no podemos desviarnos del camino. No podemos bajar los brazos ni mirar mucho más lejos de lo que es el siguiente partido.

Aún no se ha dicho nada del Villarreal B…

Por eso. Tenemos un partido que va a ser muy duro y muy difícil en un campo que estará muy lindo para jugar, con nuestra gente que ya ha agotado las entradas en dos ocasiones y que seguramente esté con ganas de poder llevar más gente aún. Va a haber un ambiente espectacular y ese tiene que ser nuestro objetivo. Debemos disfrutar y seguir enfocados en lo que estamos haciendo; nuestro foco es el siguiente partido. Sólo pensamos en el Villarreal B e intentar ir a La Cerámica a conseguir los tres puntos contra un rival que, vuelvo a repetir, de local lo hace muy bien, es muy fuerte y que por ahí está en un lugar de la tabla un poquito incómodo. Seguro que van a salir a buscar un buen resultado porque lo necesitan.

Nico Fernández dijo que se ve ganando la Liga. ¿Han moderado ese mensaje en el vestuario?

Yo creo que Nico está muy ilusionado por cómo estamos todos nosotros y después de un gran partido como el que hicimos el otro día también pudo dejarse llevar un poquito por esa ilusión y por ese deseo. Lo dijo, pero nosotros no vamos a dejar que el vestuario despegue los pies sobre la tierra porque fue lo que nos trajo hasta acá y es lo que nos transmite el entrenador y el cuerpo técnico nos transmite. Sabemos que tenemos que ir partido a partido y que estamos en un buen momento de forma, no podemos negarlo. Eso es positivo saberlo, pero no hay que perder de vista el horizonte, sino saber qué fue lo que nos trajo hasta acá, qué es lo que te hizo estar en este estado de forma y nosotros lo tenemos muy claro. No considero que este vestuario despegue los pies de la tierra, ni mucho menos. Y es más: puedo asegurar que estamos muy enfocados en el siguiente partido.

“No considero que este vestuario despegue los pies de la tierra, ni mucho menos”

Dituro

Suyo es el récord mundial de parar siete penaltis de ocho en una misma competición. ¿Se considera un parapenaltis?

Eso fue en Bolivia, en un torneo Clausura. Me patearon ocho penales y atajé siete. Tuve un poco de fortuna en algunos. En otros fue un poco más de estudio, de analizar, de echarle un par de minutos a los posibles pateadores de penales. Y en el Celta, lo mismo, con un gran trabajo por parte del analista y del entrenador de porteros, que me brindaban mucha información. Lo veíamos juntos e intentábamos poder descifrar o analizar un poco los momentos de los partidos y después ya va un poco en la intuición del portero, en la sensación que tenga en el momento.

¿Le ayuda haber sido jugador antes que portero?

No creo, o por lo menos no me doy cuenta. Sí me gusta mirar mucho cómo golpea el balón cada jugador y cómo pone el pie. Son cositas por ahí que quizá me hago más yo en la cabeza, que lo que realmente es; pero sí, tener información hoy en día te ayuda mucho.

Más allá del fútbol, ¿qué hace Dituro cuando no está entrenándose o compitiendo?

En el vestuario tenemos un poco de todo. Sebas se ha encargado de eso. El futbolín ya estaba, pero se ha generado otra área donde hay algunos juegos para recrearnos, para pasar momentos juntos, con ping pong, dardos, una canasta... Dentro de poco nos va a llegar una mesita de Tech Ball para poder jugar un rato. Fuera de eso, a mí me gusta mucho el pádel porque de chico jugué mucho al tenis y al vóley, hasta que me centré en el fútbol a los 14 o 15 años. Durante la temporada lo dejo de lado, porque me enfoco al 100% en el trabajo y en las cuatro o cinco horas que estamos en el club, en verano sí me gusta jugar con los amigos. Me gusta estar con mi mujer y mis dos hijos. Me enfoco cien por cien en el trabajo, en dar lo mejor, y después descansar y disfrutar con mi familia. Nos ha tocado siempre estar solos en diferentes lugares. Nuestro vínculo familiar es muy grande entre nosotros y nos gusta compartir momentos juntos. Cada tarde que tenemos libre intentamos hacer planes para los cuatro y esas son por ahí mis actividades.

¿A qué se dedicará cuando cuelgue los guantes?

Me gusta todo lo que tiene que ver con el fútbol. La dirección deportiva, cursos de entrenador, de scouting… Estoy un poquito ahí metiéndome en todo porque me apasiona, porque lo disfruto, porque me desconecta también un poco concentrarme en el día a día. Mi vida es la familia, el fútbol, el matecito, los cursos y cuando llegan las vacaciones descansar y jugar al pádel.

¿Y no se atreve a hacerle un jaque a Beccacece al ajedrez?

Para eso no estoy preparado. Sebas es un gran estratega, siempre tiene en la cabeza cada jugada y para poder plantarle cara en eso hay que prepararse mucho. Mejor tenerle al lado que de frente.

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