David Larrubia, un asunto de Estado en el Málaga
La renovación del canterano “va por buen camino”, según el Málaga, que hace hueco para hacer una gran apuesta por el extremo. “Él quiere quedarse y nosotros también”, dice Kike Pérez.
El dichoso límite salarial obstaculiza el final de mercado del Málaga. Comentaba el director general Kike Pérez que ese tope, los 11,7 millones de euros, está sobrepasado y que no será sencilla traer a otro jugador. No obstante, con mercado por delante y viendo cómo se va moviendo la corriente. Pero que el Málaga no tenga previsto fichar no quiere decir una inactividad en el club blanquiazul, donde se trabaja entre bambalinas para atar a esos canteranos en constante crecimiento.
“Nuestra hoja de ruta es la gente de la casa, nuestra cantera. No han sido palabras, han sido hechos. Están con el equipo, tienen contratos de larga duración y los que van a terminar se les intenta renovar porque son el principal activo del club y son con los que queremos crecer. Que estén durante muchos años con nosotros para llevarnos lo más lejos posible”, exponía el director general del Málaga. Dentro de ese plan, el nombre de David Larrubia subrayado y en mayúsculas. Más que una estrella consolidada de este equipo, alcanzando ese papel de espejo, de lo que el Málaga está construyendo.
El Málaga espera cristalizar ese contrato multianual (ahora termina en 2027) para el extremo de La Luz, con una mejoría a la altura de su papel actual en este Málaga. Hay que guardar una reserva, otro de los motivos que frenan al club en este final de mercado. “Estamos trabajándola, va por buen camino. El límite salarial, que a veces la gente piensa que se ha consumido muy rápido. Pero ha sido en los futbolistas que han venido, que eran los que queríamos, y en retener a la gente de la casa que es nuestra hoja de ruta desde que llegamos”, decía Pérez. El jugador ha mostrado siempre esa inclinación de permanecer y hacer carrera en Málaga.
Su actuación en el Costa del Sol, aún fresca, evidencia el rango actual de Larrubia, con una chispa especial en este inicio de curso, una productividad que va en aumento, quizá su mayor debe como futbolista. Es un jugador muy conocido en la categoría, como pudo comprobarse en ese marcaje preciso ante el Eibar, pero el futbolista malagueño exhibe una categoría que obliga al Málaga a moverse, no por riesgos de fuga, sino mostrar un cariño a uno de esos que soportan la bandera. Tiene 23 años, y es un vestuario que además ha perdido pesos pesados este verano.
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“De forma tranquila. Loren sabe que no hay problema y yo creo que tarde o temprano va a llegar”, manifestó precisamente antes del Costa del Sol. Ya se le renovó en 2024, pero el fútbol no espera. Potencial claro de Primera División en cuanto vaya puliendo aspectos en su juego. Está en el camino. Ha escarmentado en parte el club tras el episodio de Antoñito Cordero, a la hora de adelantarse a los blindajes. Más que una renovación, es un asunto de Estado en Martiricos.
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