Dani Gómez: “La destitución de Calleja nos pilló por sorpresa, a él también”
El delantero del Levante repasa para AS la destitución de Calleja y los primeros días de Felipe Miñambres al frente del equipo.
Dani Gómez (Alcorcón, 1998) repasa para AS la destitución de Calleja y los primeros días de Felipe Miñambres al frente del equipo, quien ya intentó echarle el lazo cuando era director deportivo del Celta. Tras una temporada complicada en el Espanyol, el delantero madrileño vuelve a sentirse futbolista en el Levante.
Menuda semana de cambios. ¿Cómo está?
Ha sido un poco complicada. Son días de diferentes emociones, porque al final se va un cuerpo técnico lleno de buenas personas y de grandes profesionales, gente que estuvo a punto de devolver al Levante donde se merece y hay que valorarlo. Por una jugada, por unos segundos, no fue así. Creo que esta temporada estamos donde tenemos que estar, aunque sí que es verdad que podríamos estar un poco más arriba por pequeños detalles en los que se nos han escapado puntos importantes. Ahora tenemos que seguir con la misma ilusión y las mismas ganas con el nuevo cuerpo técnico para seguir en la pelea por estar entre los seis primeros puestos y dar guerra hasta el último momento.
¿Qué tal esas primeras sensaciones con Felipe?
Bien, la verdad. Yo a Felipe lo conozco desde hace muchos años. Cuando estuve en el Castilla ya tuvimos una charla cuando él estaba en el Celta. Le conozco de hace tiempo y nuestro feeling, en mi caso, siempre ha sido muy positivo. Ahora va a ser diferente porque será nuestro entrenador en el día a día y vamos a ir viendo a ver qué tal.
¿Cuál ha sido ese primer mensaje del Felipe entrenador?
Sobre todo, que tratemos de minimizar errores. Que si nos tienen que hacer gol que no sea por errores propios y sí por mérito del rival. Si tenemos que jugar más directo, que no tengamos miedo en hacerlo. Nos ha dicho que tenemos que ser atrevidos y tenemos que meter el balón en el área. Pequeños matices que durante la semana iremos poniendo en práctica.
¿Cómo se entera de la destitución de Calleja?, ¿qué la pareció la decisión del club?
Al final es algo que los jugadores no tenemos que valorar. Es una decisión de la gente que está arriba y tenemos que respetarla, nos parezca bien o mal. Simplemente agradecer a Javi (Calleja) y a su cuerpo técnico por su trabajo, porque se han dejado la vida con nosotros. Nos pilló un poco por sorpresa, la verdad. El lunes hicimos la recuperación después del partido en Ferrol, que llegamos tarde a Valencia, y ya estábamos pensando en preparar el siguiente partido, dándole vueltas a qué había pasado en el último partido.
Sí que es verdad que en estos últimos partidos nos está faltando a los de arriba un poco de acierto. Son cosas del fútbol. A veces por pequeños detalles no consigues ganar. Nos duele a los jugadores, al cuerpo técnico y a la afición. Pero nos pilló por sorpresa, a él creo que también. Nunca es plato de buen gusto dejar a personas sin trabajo y sin terminar el trabajo que habían empezado.
¿Cómo fue la despedida de Calleja?
Emotiva, porque al final eran un grupo de personas que, más allá del fútbol, en el aspecto personal eran muy cercanos. Teníamos un grupo sano, en el que los jugadores y el cuerpo técnico teníamos un feeling muy bueno. Es una pena que por resultados se den este tipo de situaciones. Pero, como te he dicho, agradecerles desde aquí todo el trabajo que han estado haciendo con nosotros desde la pretemporada. A mí, personalmente, con un trato y un cariño desde el primer día que volví que ha sido espectacular. Estoy muy agradecido por ello, porque el día a día que lo han hecho muy sencillo. Es una pena que no se dieran los resultados para que pudieran continuar.
El año pasado no le tocó vivir el interinaje de Felipe. ¿Qué se hablaba en el vestuario, desde la destitución hasta la primera toma de contacto?
Nos enteramos el lunes por la tarde y todo se dio muy rápido. No nos dio tiempo ni siquiera a comentarlo. Yo el año pasado no estuve con Felipe, no había tenido la oportunidad de verle en acción. Estos son los primeros día que lo he vivido como entrenador. Si te digo la verdad, no tuve tiempo de comentarlo casi ni con los compañeros.
La temporada pasada llegó de forma interina durante dos jornadas. En esta ocasión quedan 15 partidos y 45 puntos por disputar.
Yo creo que cada uno, individualmente, tenemos que ser conscientes de lo que nos estamos jugando. Tenemos que tener claro que nos estamos jugando el volver a Primera División, que es algo muy grande. Tenemos que ser conscientes en el vestuario del reto cada uno individualmente. Como equipo tenemos que trasladar esa hambre al campo. Darle importancia a cada jugada, a cada balón, cada partido es muy importante. Tenemos que ir cada jornada a por los tres puntos, empezando por esta que nos enfrentamos a un rival que ya nos hizo mucho daño en la ida. Tenemos que prepararnos bien y pensar que somos el Levante, con la humildad de no creernos ni más ni menos que nadie. Hay que tener un punto de humildad y ambición que va a ser positivo para estar al final de temporada donde debemos estar.
El partido contra el Valladolid se planteó como un matchball. ¿Desde entonces veía alguna duda o alguna grieta en la confianza con Calleja?
Sinceramente, no me lo esperaba. El feeling dentro del vestuario entre jugadores y cuerpo técnico siempre fue muy bueno. Nunca sentimos eso. Siempre nos hemos centrado en el juego, en sacar resultados e intentar ganar los partidos. Sinceramente, el jugador, o por lo menos en mi caso, no trato de centrarme en cuestiones externas. Son cosas que no dependen de mí. Yo siempre trato de estar focalizado en lo que sucede dentro del campo y en lo que depende de mí. En lo que puedo hacer para ayudar al equipo a ganar. Nunca tuve esa sensación, ni siquiera el día de Valladolid, que podía ser un matchball para el míster. Como jugadores tenemos que centrarnos en lo que depende de nosotros, en el juego, en nuestra mejora y en hacer autocrítica.
¿Qué conclusión saca?
Al final el fútbol es muy resultadista y es verdad que cuando no consigues victorias, sobre todo en un club que quiere estar arriba, es normal que pasen estas cosas. Pero creo que todo pasa por hacer todos un poco de autocrítica y seguir insistiendo. Quedan muchas jornadas, estamos a tres puntos del playoff y no es ningún drama la situación. Si ganamos al Andorra vamos a estar de nuevo en la pomada o cerca de ella. Es difícil ganar en esta categoría, ya lo estamos viendo, venimos de una jornada en la que ningún equipo fue capaz de marcar fuera de casa. Los resultados son muy cortos. Va a ser difícil, pero tenemos que estar preparados para ello.
En el público se generó una opinión de que faltaba ambición.
Yo no creo que en el vestuario haya falta de ambición, tampoco en el anterior cuerpo técnico. Nosotros siempre hemos sido muy conscientes del club en el que estamos y de donde queremos estar. Lo que pasa es que la categoría hay veces que te pone en tu sitio. Es verdad que tenemos un buen equipo, pero somos un equipo joven, en ocasiones un poco inmaduro. Quizá hay momentos del partido en los que no sabemos, cuándo nos vienen mal dadas, jugar un poco más práctico, ir a la segunda jugada... Creo que eso se va cogiendo con el paso de los partidos. No hay partido fácil en esta categoría, pero es cierto que en los últimos partidos se nos pusieron las cosas de cara y no supimos aprovecharlas. Contra el Leganés jugamos una buena primera parte y no acaba entrando la pelota, el otro día en Ferrol tampoco nos acaba entrando. Tenemos que seguir insistiendo.
El equipo, pese a todo, está a tan solo tres puntos del playoff.
Es así. Al final es normal el ruido porque todo el mundo quiere ganar. Nosotros también. Pero la realidad es que ganas dos partidos seguidos y estás otra vez metido arriba. No hemos cogido ninguna racha y a lo mejor nos viene ahora. Quizá tengamos ese puntito de suerte que nos ha hecho falta. Creo que tenemos que ser más constantes durante todo el partido, no solo en la primera parte. Puede que llegue ahora ese punto de madurez en los 15 partidos que quedan y conseguimos encadenar victorias seguidas. Creo que somos capaces de hacerlo, pero no hay que decirlo, hay que hacerlo en el fin de semana en el campo. No va a ser nada sencillo, pero creo que el equipo está preparado y tiene ambición.
Lo cierto es que Calleja apostó decididamente por ti.
A ver, me costó un poco al principio. El año pasado viví una situación complicada, donde no tuve minutos y fue un año largo para mí. Además, me acabé lesionando y fue un año complicado en muchos sentidos. Desde que llegué traté de ponerme a punto, pero tardé más de lo que me gustaría porque las lesiones de tobillo son complicadas. Al final parece que todos los golpes van ahí. Físicamente también tardas en coger el ritmo porque aparte de no haber hecho la pretemporada con los compañeros, venía de mucho tiempo sin jugar y al final eso hace que todo vaya más cuesta arriba todavía.
¿Y ahora cómo se siente?
En la primera vuelta traté de ir encontrándome poco a poco y creo que en esta segunda parte de la temporada estoy haciendo buenos partidos. Me estoy encontrando bien físicamente. Sí que es verdad que somos un grupo en el que mucha gente era nueva. De aquel Levante de Primera quedaban dos jugadores, ahora ya uno porque se ha ido Vezo. Es todo nuevo y hay que dar tiempo a ese tipo de situaciones, para tratar de conocernos todos. Al principio tarda en fluir. Ahora me voy encontrando muy bien con los compañeros, me siento importante en el equipo y estoy muy agradecido por la confianza que me ha dado el míster. Necesitaba que creyeran en mí, que un cuerpo técnico me mostrara esa confianza.
Pese a la confianza, no acaban de llegar los goles.
La verdad que estos últimos partidos me duele por dentro e incluso tenía un poco de impotencia porque no he conseguido hacer gol y no he conseguido ayudar al equipo a obtener la victoria. Por un fuera de juego, una mala decisión, por dar un paso antes de tiempo y me anulan el gol… No consigo acabar bien en la finalización. Ahí es donde está la mejora, donde está diferencia. Tengo que seguir exigiéndome más ahí porque creo que estoy haciendo muchas cosas bien dentro del campo y me falta ese puntito que yo también me lo tengo que autoexigir. Creo que ahí va a estar la gran diferencia.
Ha hablado de los cambios respecto al Levante de Primera. ¿Lo vio muy cambiado al volver?
Cuando volví vi un cambio muy grande. Ha habido un cambio de presidente, el único que estaba prácticamente era Felipe, que fue de los pocos que aguantó el cargo. Nuevos jugadores, otro técnico que yo todavía no conocía. Muchos cambios. Pero, si te soy sincero, al principio solo estaba centrado en la recuperación del tobillo. Al final yo trataba de centrarme en lo que podía hacer, que era recuperarme lo antes posible para intentar ayudar a mis compañeros. La verdad que estoy feliz en el club, a pesar de que es una situación económicamente complicada, pero creo que tenemos un reto bonito por delante. Porque más allá de que el club esté en una situación complicada, creo que podemos llevar otra vez al Levante a lo más alto. Que es donde tiene que estar, en Primera División. Eso es un reto muy bonito que nos tiene que alimentar a todos por dentro. Creo que el Levante tiene que volver a estar entre los mejores.
¿En qué ha notado tanto cambio?
Pues mira, yo recuerdo que cuando llegué era de los más jóvenes, con diferencia. Tenía 21 años y los que eran más jóvenes eran chicos del filial que comenzaban a asomar, como Pablo Martínez. Es que Bardhi y De Frutos éramos de los más jóvenes del equipo. Ahora mismo la mayoría son más jóvenes que yo. Por eso te hablaba antes de que falta un poco de veteranía, alguien que nos dé un toque de atención o diga: ‘ahora apretamos’. Pero creo que esta juventud es algo que también tiene que enriquecer al equipo, en el sentido de que todos demos un paso adelante y asumir el reto como grupo. Creo que es algo que sabemos y creo que todos tenemos que madurar a marchas forzadas para seguir haciendo grande a este Levante.
El equipo era regular, pero le faltaba dar un paso al frente en los resultados. Daba la sensación de que se caía en las segundas partes.
Es que no sé explicarlo, sinceramente. No sé lo que nos pasa en las segundas partes. En muchos partidos hemos empezado ganando, como el día del Leganés en Butarque, que podríamos habernos ido 0-2 al descanso y por una circunstancia injusta no se da. El día del Eibar íbamos por delante y nos pitan una mano un poco rara antes de ir al descanso. Luego en las segundas partes es verdad que caemos. Pero no sé a qué se debe, si lo supiera lo diría para que pudiéramos arreglarlo. Tenemos que mentalizarnos que tenemos que mantener el nivel todo el partido, no solo durante 45 minutos. La constancia es algo muy importante en el fútbol y tenemos que demostrarlo todo el partido. Para mí es la gran mejora que tenemos que afrontar como equipo para dar ese salto y que nos dé para estar en el playoff.
¿Siente que lo que ha ocurrido con la destitución de Calleja también es un toque de atención a los jugadores?
Sí, por supuesto. Desgraciadamente, el que suele pagar los platos rotos en este tipo de situaciones siempre es el entrenador, pero creo que mucha culpa la tenemos los jugadores. Creo que es un mensaje para que todos nos paremos a pensar lo que estamos haciendo, en lo que podemos mejorar y exigirnos todos un puntito más. Creo que lo podemos dar. Tenemos que hacer autrocrítica en lo que podemos mejorar y llevar al Levante donde queremos que esté. Estas últimas 15 jornadas tenemos que ganar partidos, porque creo que va a estar muy caro el playoff.
¿Pesa la responsabilidad de lo ocurrido o como grupo intentan cambiar el chip rápido?
Yo creo que para que la cosa fluya lo antes posible todo el mundo tiene que cambiar el chip lo antes posible. Lo que ha pasado hay que dejarlo a un lado, porque ya no se puede cambiar. Ya no hay solución. Tenemos que estar centrados en lo que depende de nosotros, en lo que podemos controlar. Hay que pulir detalles, hacer autocrítica y dar un plus para en estas últimas jornadas dar ese paso que creo que nos hace falta.
El gol también es una asignatura pendiente, especialmente en las últimas jornadas.
Desgraciadamente hay veces que tienes rachas mejores y otras peores. En otros momentos te cae dentro del área y casi sin querer la metes. He tenido rachas de todo tipo. Este año parece que está siendo un poco más larga. Quizá también soy yo, que me precipito y me meto en fuera de juego. Ya trato en mejorar ciertos detalles, como el tema del fuera de juego que ya me han anulado varios goles. Creo que llevo cuatro o cinco anulados. Trato de mejorar el timing en esos momentos y tener esa calma en la definición, que creo que me faltó el otro día en Ferrol para meterla para dentro. Pero creo que los delanteros tenemos que vivir estos momentos con naturalidad, a veces las rachas se hacen un poco largas y hay que vivirlo con la máxima calma posible, pero siendo consciente de que también lo tengo que revertir lo antes posible.
Al acabar el partido de Ferrol, encima con un trayecto largo, ¿se olían que se podía dar el cambio?
Qué va, para nada. Volvimos de Ferrol y llegamos muy tarde a casa porque el trayecto fue largo. Al día siguiente estábamos en Buñol entrenando y estábamos ya centrados en lo que habíamos hecho mal y en la mejora de lo sucedido en Ferrol. Era un día más. Ni se olía nada, ni había un ambiente enrarecido. Nada.
Acaba contrato en 2025. ¿Cómo ve su futuro?
Yo, sinceramente, estoy tranquilo. Tengo contrato aquí y si te digo la verdad ni si quiera lo había pensado. Al final lo único que tengo en la cabeza es tratar de hacer una gran temporada, tratar de seguir incrementando mi rendimiento y ayudar al equipo. Ahora mismo lo único que pasa por mi cabeza es tratar de hacer unas últimas buenas 15 jornadas, conseguir victorias y hacer goles para el Levante para llevar al club lo más alto posible. Queremos jugar ese playoff.
¿Se siente a gusto en el club?
Estoy muy feliz aquí, estoy asentado en la ciudad, cerca de mi familia, mi hijo acaba de nacer y mi mujer que está encantada en Valencia. Estoy en una época de mi vida muy feliz. Como te digo, mi cabeza solo piensa en tratar de volver a jugar en Primera División. Si puede ser con el Levante, mejor. Todavía tengo contrato en vigor y como he dicho en otros momentos, creo que sería muy feliz volviendo a Primera con el Levante.
¿Y el futuro del equipo?
Yo el objetivo en mi cabeza lo tengo claro, quiero luchar por cosas grandes. El equipo creo que también está mentalizado en ello. Al final creo que tenemos que centrarnos en el día a día, ir partido a partido. Creo que no tenemos que obsesionarnos con la clasificación. Tenemos que centrarnos en ganar al Andorra, luego ir a Oviedo y hacer un buen partido... Ahora nos toca el Andorra y tenemos que saber qué tipo de equipo es. Saber que igual nos toca juntarnos, estar menos tiempo con el balón y aprovechar la que tengamos. Creo que esa va a ser la gran diferencia para dar ese pasito para estar entre los seis primeros.