Curro Sánchez, el faro del ‘nuevo’ Burgos

Curro Sánchez se siente feliz en Burgos, donde ha encontrado la esencia de su mejor fútbol. Aunque la temporada pasada llegó a tener minutos con el Almería en Primera, sin ir más lejos contra el Real Madrid, a renglón seguido fue reclutado por Michu, en una operación que se cerró más allá del uno de septiembre. Llegó, por tanto, con la temporada empezada, pero pronto se hizo un hueco en su nuevo equipo. Pronto demostró su calidad y se convirtió en una referencia, ya jugara en el centro del campo o en el ataque, donde destacó con nueve dianas.

Y es que el jugador onubense tiene llegada y gol, si bien es capaz de organizar las operaciones unos metros más atrás; es capaz tanto de dar el último pase como de echarse el equipo a sus espaldas y destacar en el apartado goleador, como ocurrió en la última jornada ante el Elche, ante quien brilló y marcó un doblete. Esta importancia se la conceden también sus compañeros, que le buscan sobre el verde, a a biendas de que, cuando el balón pasa por sus pies, mejora la jugada. Fruto de la conexión que suele tener con los delanteros ha surgido su sociedad con Fer Niño, compañero fiel con el que suele hacer buenas migas en los últimos metros.

En las siete primeras jornadas de la temporada ya lleva marcados seis tantos, que le han permitido convertirse en el máximo goleador de la categoría, y presenta una efectividad del 100% desde el punto de penalti. Así, ha anotado las cuatro penas máximas que le han pitado a su equipo, manteniendo su tarjeta intacta, pues no ha fallado ni un solo penalti desde que defiende los colores del Burgos (es más; en su carrera futbolística solamente una errado desde los once metros en una oportunidad). De esta manera, va camino de batir su mejor marca como goleador para superar su mejor registro, de 13 tantos anotados defendiendo la camiseta del Numancia.

Quizás, el año pasado estaba más encorsetado en el sistema defensivo impuesto por Julián Calero, en el que se priorizaba la contención al ataque, pero esta temporada Bolo le ha dado más libertad, le ha entregado el bastón de mando y Curro lo ha aceptado con naturalidad. Ya juegue en punta con Fer Niño o por detrás de los delanteros para proveerles del último pase, sabe bajar al centro del campo para organizar la salida de balón, como hizo ante el Elche, donde dio una lección de fútbol control. El equipo llega más a las porterías rivales y Curro se encuentra como pez en el agua con su nuevo cometido.