Cuestión de rachas azules
Un Amorebieta en plena crisis recibe la visita de un Real Oviedo al alza desde la llegada de Luis Carrión. Las aficiones zornotzarra y carbayona teñirán de azul Lezama.
Duelo azul en el Campo 2 de Lezama. Con rachas contrapuestas, lo único que comparten en este momento del campeonato es el color de su camiseta (sigue el partido en directo en AS.com). El Amorebieta, necesitado de puntos para coger aire, quiere curar la herida abierta en Butarque donde recibió la derrota más abultada de su andadura en el fútbol profesional. Por el contrario, el Real Oviedo se presenta pleno de confianza tras sanar un mal inicio de curso. Precisamente, todo comenzó con la llegada de Luis Carrión al banquillo carbayón hace cinco jornadas. Tanto el buen momento de los asturianos como el aciago de los vizcaínos. De los últimos 15 puntos en juego, los de Mujika apenas han sumado uno, mientras que los ovetenses han cosechado un total de 10. Cinco partidos sin ganar frente a cuatro sin perder. Dinámicas antagónicas se ven las caras en un feudo zornotzarra en el que se espera buena entrada con las aficiones tiñendo de azul las gradas.
Mientras el Amore está sumido en una profunda crisis agravada por la histórica goleada encajada la semana pasada en Leganés, el Oviedo llega lanzado en una magnífica racha reforzada más, si cabe, por el contundente triunfo sobre el Albacete en el Carlos Tartiere. Una diferencia abismal en las estadísticas más recientes que no representa la distancia real clasificatoria, donde apenas cuatro puntos separan ambos equipos. En cuanto a los últimos precedentes, la balanza cae en favor de los visitantes. En la campaña 21-22, Lezama repartió los puntos en un empate a uno mientras que el Carlos Tartiere se quedó con los tres puntos tras una victoria por dos a cero.
Sin duda, será una tarde especial para Oier Luengo. Natural de Amorebieta, el central del Oviedo vuelve a la que fue su casa, Lezama. Tanto con los azules en su primera aventura en Segunda División hace dos años como con el Bilbao Athletic en las tres temporadas que militó en el filial rojiblanco. El jugador zornotzarra está siendo un fijo en la zaga y apunta a ser titular esta tarde, en el que será su reencuentro con Marino, Seguín y el entrenador Mujika, únicos supervivientes de la anterior etapa en la categoría de plata.
Precisamente, de la parcela defensiva es de la que más cojea el combinado de Haritz Mujika. Más allá de los seis goles encajados en Butarque, los problemas físicos dejaron bajo mínimos a la zaga azul. Pero la enfermería se ha ido vaciando con Etxeita, Morán y Carbonell de vuelta, además de Pablo Campos tras su participación con la Sub-21. Jorge Mier es el único que aún no regresa a la convocatoria. En el medio, la incógnita es el acompañante de Sibo, mientras que Dorrio y Morcillo podrían repetir en los costados con la posibilidad de Rayco o el debut como titular de Avilés. Arriba, Jauregi busca reconciliarse con el gol.
El equipo de Carrión, por su parte, llega en su mejor momento de la temporada. Ya son 10 de los últimos 12 puntos en juego los conquistados por los azules que, sin embargo, dicen no conformarse con el botín y quieren seguir escalando. Tienen una razón de peso para seguir insistiendo: si quieren pelear por los objetivos más ambiciosos deben continuar sumando de tres en tres. Se trata de remendar un inicio de curso para olvidar. Para esta cita en Lezama, Carrión tratará de que las cosas se repitan. Es decir, todo pasa por la posesión de balón, por ser un equipo protagonista y que los centrocampistas tomen el mando. Es la línea más fuerte del equipo y así lo ha entendido el entrenador.
El 4-2-3-1 es indiscutible y el rol de los Colombatto o Seoane principal. Y para la segunda mitad queda el recurso a la segunda unidad, la que encabeza un Santi Cazorla que cada semana demuestra que va a más y que ahora cuenta también con un Víctor Camarasa recuperado a la causa. La mala noticia llega esta semana en forma de lesión. Paulino de la Fuente, el protagonista del último triunfo contra el Albacete, abandonó el choque con molestias y las pruebas posteriores confirmaron que sufre una lesión muscular que le dejará fuera de los terrenos de los juego al menos las próximas dos semanas. Será el momento de un Sebas Moyano que suele ofrecer buenos minutos cuando actúa desde el banquillo.
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