Cristo se reivindica con goles
El delantero canario, autor del tanto del empate ante el Albacete, se ha convertido en el máximo goleador del Sporting pese a jugar menos minutos.
El caso de Cristo González en el Sporting se ha convertido en peculiar en las últimas semanas. Fue el autor del gol del empate en El Molinón, el que evitó la derrota rojiblanca frente al Albacete, tanto que le ha servido además para convertirse en el máximo goleador del equipo gijonés con tres dianas. Y lo curioso es que le ha asumido el liderazgo como rematador sportinguista en el tramo de la competición en que ha jugado menos minutos.
Cristo González (Santa Cruz de Tenerife, 1997) llegó al Sporting el pasado verano como uno de los fichajes importantes. La entidad rojiblanca ya intentó ficharle un año antes sin éxito. Esta vez hubo acuerdo y comenzó la temporada como titular indiscutible, jugando de inicio en cinco de las siete primeras jornadas. En la octava, en su tierra, también formó en la alineación inicial y marcó su primer gol, que le dio el empate al Sporting en el Heliodoro Rodríguez López; y también salió de mano en la siguiente, frente al Villarreal B en El Molinón.
Sin embargo, en los cinco últimos partidos, ante los rivales más comprometidos y potentes de la categoría, Abelardo entendió que el protagonismo de Cristo debía ser menor. El resultado fue el siguiente: suplente y sin minutos en Granada, apenas el cuarto de hora final frente al Eibar en casa -con gol incluido-, la última media hora en Mendizorroza, titularidad de nuevo el pasado lunes contra el Levante y los últimos 35 minutos ante el Albacete y ese gol, magnífico de ejecución, todo un respiro para el Sporting en esta jornada.
Cristo se está reivindicando con goles y quitándole argumentos a Abelardo que justifiquen tan repetidas suplencias en las últimas semanas. “He hablado con Cristo, hemos tenido una charla sobre cosas que pienso que podía mejorar para ayudar al equipo y la charla creo que ha sido positiva”, decía el entrenador sobre el futbolista tinerfeño después de su gol al Eibar. “Hablé yo con Cristo; no vino él a mí. Es un jugador que va de cara y me gusta; es muy sincero y me cae muy bien. Hablamos de ciertas cosas tácticas que creo que debe mejorar para el equipo. Cristo es un jugador que me gusta y jugará, seguro”, añadió.
El futbolista se resigna, mientras, a su suerte y pelea cada semana por recuperar su sitio en la alineación inicial del Sporting. “El míster es el que decide. A mí me toca convencerlo para que cada vez me saque menos del once”, manifestó en una entrevista reciente en La Nueva España donde afirmó no ver competencia en Djuka. “Nos compenetramos bien y seguro que podemos hacer muchos goles juntos”, indicó. De momento y pese a jugar menos minutos, el canario le ha quitado el protagonismo goleador al montenegrino de origen serbio.