Crisis en los banquillos de Segunda
Cinco entrenadores están en el disparadero de su afición tras los resultados de los dos primeros meses.
Semana complicada para varios banquillos de Segunda División. Los proyectos de Idiakez en el Leganés, Carcedo en el Zaragoza, Karanka en el Granada, Bolo en el Oviedo y Nafti en el Levante están cuestionados, al igual que ya pasó antes con el despedido Guede en el Málaga, tras los malos resultados conseguidos en los dos primeros meses ligueros.
De todos ellos, Idiakez es el que está en una situación más delicada. Los pepineros son los colistas de la categoría con solo una victoria, un empate y seis derrotas. Esto supone su peor arranque de campaña en las 16 temporadas que el Leganés ha estado en Segunda. Datos demoledores que solo la confianza de la directiva, los dos años de contrato y el alto coste de despedir al entrenador vasco permiten a Idiakez continuar en el banquillo de Butarque, al menos, durante una semana más.
En Zaragoza, Oviedo, Granada y Levante la situación no es tan dramática. Carcedo, Bolo, Karanka y Nafti, respectivamente, están siendo ‘víctimas’ de las esperanzas puestas en ellos a principio de verano. Los cuatro tienen a sus equipos fuera del descenso e, incluso, el Granada anida a solo un punto de playoff. Sin embargo, el juego no termina de convencer a unas aficiones que ya piden, en mayor o menor medida, sus salidas o una reacción inmediata.
El Zaragoza vive en la irregularidad con un empate a cero ante un Eibar con nueve como última muestra. El Oviedo se adelantó a otros clubes para firmar a Bolo. Sin embargo, las tres derrotas en cinco duelos en el Tartiere han sido suficientes para su afición. El Granada se mantiene a flote, pero las derrotas ante Las Palmas y Eibar, rivales directos, y el empate ante el Huesca han evidenciado las carencias de un equipo favorito.
Y al igual que en Los Cármenes, el Levante ocupa puestos de mitad de tabla cuando debería pelear por el ascenso directo atendiendo a su plantilla y presupuesto. Las dos últimas derrotas consecutivas echaron más gasolina en una relación Nafti-afición que, según el tunecino, “está cuestionada desde su fichaje”.
La jornada intersemanal de la próxima semana y las altas indemnizaciones que percibirían los técnicos de ser cesados aseguran por ahora su continuidad. Tres partidos en diez días que podrían revitalizar etapas que agonizan o condenar, de manera definitiva, a cualquiera de ellos.