Concepción: “Me voy con el deber cumplido”

Miguel Concepción Cáceres (La Palma, 1954), está en la recta final de su mandato como presidente del Tenerife ya que en la próxima Junta de Accionistas se producirá el relevo. En estos casi 17 años -siendo el más longevo en los cien años de historia del club-, tocó el cielo con las manos al ascender a Primera División en 2009 y vivió el infierno de la Segunda B (entre 2011 y 2013). Llegó con una deuda apremiante y deja la institución viva y con opciones de seguir creciendo.

Ciudad Deportiva inaugurada y sueño cumplido, ¿verdad?

Así es. Han sido muchos años de esfuerzo, se ha trabajado muchísimo, mucho tiempo de gestión, superando incluso ese periodo de la Pandemia con las obras paradas. Retomamos el acuerdo con la constructora y le dimos un acelerón porque era muy importante para mí y para cumplir el plazo de los cuatro años y acabarlas dentro del año del Centenario. Estamos contentísimos porque sé lo que significa esto para el futuro del fútbol base del Tenerife, para crear resultados con estas instalaciones y hacer crecer el espíritu de pertenencia.

Es la guinda del postre que le faltaba a su gestión…

Teníamos unas instalaciones con unos módulos, especie de barracones, que durante años tuvieron goteras y eso no animaba a los futuros jugadores. Eso, ahora va a cambiar radicalmente respetando la formación de cada uno de estas promesas, donde practiquen el fútbol sin abandonar sus estudios. Además, le permitirá a nuestra primera plantilla y disfrutar de un ambiente de fútbol con unas instalaciones dignas, que están entre las mejores de España y eso da un plus más.

A poco menos de un mes de su salida de la presidencia, ¿cuál es el balance que hace de sus casi 17 años de su gestión?

La primera fase fue muy complicada porque había una deuda que hacía casi imposible la viabilidad, pero se hicieron buenas gestiones, con los bancos, con los activos que se recuperaron del Parque Empresarial, anexo a la Ciudad Deportiva. Se consiguió ir bajando la deuda y al final se logró sanear al equipo y empezar a mirar a los proyectos deportivos.

Y el primero de ellos fue subir a Primera.

Tuvimos la suerte de conseguirlo en nuestro tercer año, pero el club no estaba preparado, ni tenía unas bases para mantenerse, sobre todo en lo económico porque seguíamos con muchas penurias, aunque casi nos mantenemos. Se siguió bajando la deuda, pero nos metimos en el infierno de Segunda B del que afortunadamente salimos rápido. Hemos tenido dos finales para ascender, sin suerte y espero que a la tercera sea la vencida. Me hubiera gustado dejar al equipo en Primera, pero no ha sido posible, aunque me voy con la satisfacción del deber cumplido con la inauguración de las instalaciones de la Ciudad Deportiva. En el 2020 ya había dicho que iba a estar al frente del club para cumplir con mis promesas.

Parece que va tomando fuerza la construcción de un nuevo estadio.

Esa idea se ha empezado. Yo sembré la semilla, poco a poco ha ido germinando y ahora hay que seguir fortaleciéndola porque no solo lo necesita este club, sino también Tenerife. Porque lo podríamos haber propuesto como sede del Mundial que quiere organizar España con Portugal. Ahora no reunimos las condiciones mínimas necesarias. El Heliodoro, además, dentro de poco cumplirá cien años y si bien se trabaja para mantenerlo en pie, tiene muchas carencias. Es el momento de que las administraciones y el club encaremos este nuevo proyecto.

¿En qué zona de la Isla le gustaría que se construya el nuevo estadio?

El club se fundó en Santa Cruz, el estadio ha estado en Santa Cruz, pero tanto la capital como La Laguna están prácticamente unidas. Todos sabemos de la predisposición del alcalde de Santa Cruz, el señor José Manuel Bermúdez, por hacer un estadio en este Municipio. Falta que ese apoyo moral, se convierta en apoyo material. El Cabildo ya se ha pronunciado también sobre su ayuda. Este es un proyecto en el que si todos arrimamos el hombro y si todos estamos en el mismo vagón, podemos llegar a la estación.