Con todo abierto para la vuelta
El Girona domina pero no somete a un Tenerife bien plantado. Ambos equipo minimizaron las virtudes del rival.
Algunas veces un cero a cero define perfectamente lo que ha sido un partido y el duelo entre Girona y Tenerife fue una de ellas. ¿Dominó el Girona? Por supuesto. ¿Sufrió el Tenerife? En absoluto. Los locales jugaron un buen partido, llevando la iniciativa y proponiendo durante los 90 minutos, pero su rival también realizó un notable encuentro. El Tenerife jugó con las ideas muy claras y un plan perfectamente ejecutado, llevándose un 0-0 para la isla. No tuvo prácticamente ninguna ocasión de gol, pero los locales tan solo un par. Cada uno a su manera, jugaron el partido que planearon.
El Girona saltó al césped como debe hacerse en un partido de estas características. Confiado, seguro, intenso y llevando la iniciativa. Sin sobreexcitación, sin excesos, combinando por dentro para jugar por fuera. Especialmente por la banda derecha, con Arnau e Iván Martín, pero también por la izquierda. Hasta el minuto 15 el Tenerife no tuvo una posesión medianamente larga. Y no gozó de muchas más durante toda la primera parte.
Los canarios renunciaron a presionar a los tres centrales del Girona, se metieron ordenados en su campo y saltaron sobre Aleix y Pol Lozano. Un plan que les permitió vivir relativamente cómodos atrás, pero sin ser capaces de producir arriba. Robaron demasiado cerca de su área y apostaron por salir en largo hacia Gallego y Mario.
El dominio del Girona, sin embargo, no se tradujo en ocasiones. Baena tuvo la más clara en el 39′ (paró bien Soriano) y Arnau puso algún centro peligroso. Poco más en ataque. Baena sí entró en juego pero a Stuani no le llegó ni medio balón en condiciones. Del Tenerife, en ataque, sin noticias: en los primeros 45 minutos no realizó ningún disparo. Ni fuera ni a puerta.
Por poco no empieza la segunda parte con un disgusto para el Tenerife, pues José León a punto estuvo de marcar en propia puerta tras una buena jugada ofensiva del Girona. Los locales siguieron dominando, pero con menor intensidad. El Tenerife dio un paso adelante, pisó más campo contrario y sufrió menos. Siguió sin generar peligro, pero lo alejó de su portería.
Transcurrieron los minutos, llegaron los cambios, pero la dinámica no cambió. El Girona insistió por dentro y el Tenerife se protegió bien. Aleix García tuvo una buena ocasión de falta directa en el 90′ y en el alargado descuento el partido se abrió. Sin embargo, nada cambió.