Cissé, héroe anónimo al rescate
El internacional guineano del Leganés y su doblete al Burgos certificaron la salvación pepinera. El curso pasado otro doblete suyo al Huesca certificó la salvación del Lega.
Los héroes suelen llevar capa y esconden su identidad. La de Seydouba Cissé (Dabola, Guinea, 22 años) es imposible taparla. Arruina el camuflaje una sonrisa perenne que lo delata. En el césped. En la calle. En el primero se ha convertido en salvador recurrente de un Leganés que ya ha sumado dos salvaciones consecutivas atadas a la firma del fútbol descarado con que reina este canterano ídolo en Butarque.
Un doblete suyo el curso pasado ante el Huesca (2-1) permitió a los blanquiazules sumar los 49 puntos con los que dio por zanjada la continuidad en Segunda. Esta temporada, el pasado viernes, también un doblete de Cissé consolidó matemáticamente la salvación en el triunfo ante el Burgos (0-3) y, de paso, dio a los blanquiazules la mayor goleada visitante en un año. De ambas dianas, la última la celebró ante el centenar de hinchas madrileños desplazados a El Plantío en una imagen más común de lo habitual.
Un pepinero más
A Seydouba le gusta sentirse ciudadano pepinero. Vive en Leganés Norte (uno de los barrios más populares de la ciudad) y se deja ver por el centro derrochando un carácter siempre cercano, entre bromista (su idioma es el vacile) y casi anónimo (le gusta pasar desapercibido) por mucho que ya toda la ciudad lo conozca. Y pese a ello, no rechaza foto alguna con cualquier aficionado que se la pida.
Cero hedonismo que emana de su carácter currante en el perfecto patrón del canterano blanquiazul: trabajador, esforzado, solidario y de carácter infinito. Si a ello se le une calidad desmesurada y polivalencia infinita (este curso ha jugado en cinco posiciones diferentes), el resultado es una perla que el Leganés exhibe como si fuera una de las hojas del laurel en su escudo.
Fichado por vídeo
Blue Crow Sports, el holding estadounidense que ahora es dueño del club, exhibe habitualmente a Cissé como uno de sus jugadores estrella dentro de la habitual promoción que hace en su vínculo con África. Sucede que el fichaje de Seydouba por el Leganés fue cosa de los anteriores propietarios. Jorge Broto, responsable de la cantera blanquiazul, lo firmó después de que el padre de Ilaix Moriba, el que fuera su representante, le mandara unos cuantos vídeos del chaval. Cissé había emprendido un tour por toda Europa desde Anderletch a Dinamarca sin que tuviera éxito. Broto sí confió y el resultado está a la vista: un futbolista espectacular.
Asier Garitano le dio la alternativa en Segunda después de lucirlo en pretemporada, aunque su verdadero “padre” blanquiazul (como Cissé lo bautizó) fue Mehdi Nafti, responsable de cocinarlo a fuego lento hasta darle la alternativa como titular una noche frente al Zaragoza. Cissé marcó y desde entonces, no hubo manera de arrancarlo del once. El ángel de aquella noche en Butarque todavía lo acompaña.
Pendientes del mercado
Ahora internacional con Guinea, donde ha coincidido con su ídolo, el centrocampista del Liverpool Keita, su sombra en Butarque es alargada. Para Idiakez era un fijo y más todavía para Carlos Martínez, el entrenador que sirvió de correa de transmisión entre el filial y el primer equipo para Seydobua.
Está por ver qué sucederá con su futuro la próxima temporada, aunque su entorno y nueva agencia de representación no tiene prisa alguna por conseguirle éxito rápido, sino macerar a fuego lento las decisiones que permitan convertirlo en un futbolista de primera por muchos años. Con una cláusula de 20 millones, en Butarque lo ven como pieza clave, pero tampoco descartan una venta que haga caja a coste elevado. Los héroes, aunque no lleven capa ni escondan su identidad, jamás fueron baratos.