Cissé, de la esperanza al limbo
El mediocampista guineano del Leganés ha pasado de ser esperanza pepinera y pieza clave, a no jugar. En 2024 sólo ha tenido dos minutos. No le ayuda la alternancia con Guinea.
Seydouba Cissé, mediocampista guineano del Leganés, ha vivido una llamativa transmutación en la actual temporada. Habitual en las alineaciones desde que emergió en el primer equipo, considerado como la gran esperanza de futuro blanquiazul y uno de sus activos más valiosos, el chaval ha desaparecido de los planes de su entrenador, Borja Jiménez, que progresivamente le ha ido restando peso hasta convertirlo en una anécdota en lo que llevamos de 2024.
Azuzado por su ausencia durante la Copa África, este año sólo ha jugado dos minutos de 360 posibles (cuatro partidos convocado tras su vuelta de Costa de Marfil). Ese par de minutos se corresponden con los que tuvo en Santander para buscar la remontada ante el Racing. Más allá de aquella presencia testimonial, Cissé ha desaparecido en los partidos del Leganés.
Alta competencia
A sus 23 años (la próxima temporada ya tendrá que jugar con ficha profesional) el chaval no ha elevado la voz y ha seguido fiel a lo que lo llevó al primer equipo en 2021: trabajar en el día a día y no trascender ningún tipo de malestar. Pero su situación resulta llamativa más viendo que en los partidos en los que ha participado no ha cometido errores groseros que pudieran justificar su ausencia. Simplemente todo apunta a que Borja Jiménez prefiere a otros hombres de un corte distinto que, por ahora, le cierran la puerta a Cissé. También a otros.
Porque en este listado de ‘damnificados’ por escaso reparto de minutos también están Julián Chicco y Luis Perea. El primero, con todo, sí que ha tenido algo más de presencia en este 2024 precisamente por las bajas que generó la Copa África, con las ausencias de Neyou y el mismo Cissé. Pero retornado el primero, amén del fichaje de Brasanac, ha provocado que el argentino también haya desaparecido también hasta sumar sólo tres minutos en las últimas cinco jornadas. Un balance similar al de Cissé y menor que el de Perea. El madrileño es, claramente, el sexto pivote de la ahora sobrepoblada medular blanquiazul.
Solo ocho titularidades
Ocurre que, de ellos tres, el jugador al que se le suponía más peso en el equipo era al mismo Cissé, que ya durante la temporada había visto menguar su regularidad empujado por la competencia en el puesto, los gustos de su entrenador, y la ausencia de rotaciones, una de las señas de identidad del mismo Borja Jiménez.
En lo que llevamos de campaña apenas ha disputado 16 partidos de Liga de las 29 jornadas disputadas. Sólo ha sido titular en ocho. Esto implica que no ha tenido presencia de inicio en 21 de ellas, el 72%. Es cierto que las convocatorias con Guinea en ventanas FIFA (tres en lo que llevamos de curso) no le han ayudado a consolidarse en el puesto. En cualquier caso, sorprende ver como apenas ha completado 858 minutos, a una media de 54 minutos por partido. Sólo ha completado de principio a fin seis duelos, el último, ante el Tenerife al cierre de la primera vuelta.
Con una cláusula de rescisión de 20 millones y contrato hasta 2026, está por ver si le da margen para revertir esta situación en el curso vigente o si, por el contrario, se mantiene su actual rol terciario. Por de pronto, la cercanía de la próxima ventana FIFA de selecciones (Guinea juega los días 21 y 25 de marzo) no ayuda a que enganche esa regularidad. Alternancia que tampoco tiene pinta que vaya a llegar de manera natural, visto que (ahora mismo), Borja Jiménez prioriza otros cuatro centrocampistas por delante del mismo Cissé: Neyou, Undabarrena, Portillo y Brasanac. Chicco le disputaría a Cissé el rol de quinto / sexto centrocampista en la plantilla.