Chupete o Niño, el agradable dilema del Málaga
Además de la incógnita en la portería, las dudas en la delantera antes del primer once oficial. “Pueden jugar juntos, claro”, dejaba abierta Pellicer una tercera vía en la previa del Málaga-Eibar.
Se le removerán los pensamientos a Sergio Pellicer antes del primer once oficial del Málaga. Y es una situación que abraza el técnico blanquiazul, que ha conseguido conformar un bloque muy rodado a estas alturas de pretemporada. Debería partir el Málaga con esa ventaja antes del estreno liguero, con la planificación prácticamente cerrada (puede que sin el casi) y un verano en principio bien resuelto por parte del club blanquiazul. El salto exponencial, lo que se le prometió a Pellicer, se evidencia en la delantera, la gran incógnita antes del estreno ante el Eibar. Chupete o Niño, Niño o Chupete. O ambos.
Agradable dilema como punto de partida, desvanecido en las últimas temporadas en el Málaga, amargado por ese embrujo que el pasado curso expresaron Castel y Roko, dos fiascos corroborados desde la primera impresión. Algo ha cambiado en el Málaga en esa parcela, o al menos uno se lo empieza a creer contemplando esta preparación. Chupete no deja de crecer, un techo por descubrir, y Pellicer suele respetar las jerarquías y esa cadena de mando. El canterano no solo derribó la puerta, sino que quebrantó ese expediente X con goles y carisma desde que la rompió con el filial (24 goles en 23 partidos). Viene de marcar un golazo al Betis en el Costa del Sol, otro incremento a un valor que no para de dispararse; también inauguró la pretemporada con el Antequera exhibiendo catálogo. En principio parte con esa ventaja ante el Eibar, del jugador que salvó los muebles y prolonga su nivel en el verano. Tiene ese salvoconducto Pellicer.
Pero tiene mucha fuerza la candidatura de Adrián Niño. Tras Larrubia (4 goles), el segundo máximo goleador de la pretemporada con tres tantos, aterrizado en La Rosaleda como un ser de luz desde ese doblete descollante ante el Antequera. Luego marcó otro gran gol ante el Almería en Marbella. Y ese pulso sano continuó durante la pretemporada, con Pellicer seguro que satisfecho, pero también apretándose la corbata para cuando llegue la hora de la verdad. No sorprendería una primera titularidad de Niño. Méritos, a montones, como Chupete; representa la vía más atrevida para Pellicer, rico en variantes, y que tendrá ya asignado el cambio Chupete por Niño o viceversa. Será un rasgo familiar en el Málaga 25/26, también cuando se incorpore Eneko Jauregi, quien ha perdido velocidad en esta carrera con dos purasangre.
O que jueguen ambos de inicio, la tercera vía. Extrapolando el asunto a economía, Pellicer comprobará si Chupete y Niño son bienes sustitutivos, por separado y que cumplan la misma función, o bienes complementarios, que se consumen uno junto a otro para satisfacer una necesidad: un coche y la gasolina. Pero el Málaga maneja dos bólidos. ¿Predestinados a jugar juntos? Caerá por su propio peso si ambos facturan a gran velocidad. Y para Pellicer será un reto alternar el plan con un sistema de dos nueves y que el bloque se mantenga compacto. Márgenes de crecimiento en este Málaga.
Noticias relacionadas
“Pueden jugar juntos, claro. En la pretemporada contra el Antequera jugó Adrián y Eneko. En otros contextos, Adrián y Chupe. Si somos fuertes en el centro del campo, podemos ser más fuerte en otras zonas. En los inicios de temporada les pregunto si pueden aguantar 90 minutos. Hay que tener situaciones en las que el plan de partido haya jugadores que nos puedan dar más que el titular”, decía Pellicer en la previa del Málaga-Eibar. Pocas pistas, pero mucho donde elegir. Mantener la tensión hasta el último momento.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar