Chicco: “El Leganés es conocido en Argentina, ni me lo pensé”
El último fichaje de los pepineros se define admirador de Busquets o Gago y rechaza el temor a la presión por ascender: “Estoy acostumbrado”.
Julián Chicco (Brinkmann, Argentina, 25 años) es tipo alto, espigado. De esos futbolistas que parecen un junco. Erguido, pero flexible. Volátil, pero firme. Así, con sus pantalones piratas multibolsillos de verano, luciendo sonrisa entre timidez y profesionalidad, ha hecho acto de presencia en su puesta de largo (nunca mejor dicho) como nuevo jugador del Leganés. Un punto y seguido de la vorágine que le ha comido la vida en las últimas horas.
Ayer llegó a Madrid, hoy ha entrenado ya con sus nuevos compañeros y mañana saldrá a Israel para formar parte de la expedición pepinera que el sábado se medirá al Happoel de Tel Aviv en el primer partido de la pretemporada. Frenesí que, con todo, no parecía asustarle pese a ser ésta su primera experiencia fuera de su país.
“Un jugador argentino lo que quiere siempre es tratar de pisar Europa (…) El Leganés es muy conocido en Argentina. Cuando empezaron a interesarse por mí, ni me lo pensé”, ha comentado con tono sereno como primera declaración de intenciones, mezclándose el tópico del ‘ni-me-lo-pensé’ con la novedad de saber que el Lega sigue teniendo un nombre allende el Atlántico.
Admirador de Busquets y Gago
El fenómeno no funciona a la inversa. No es que sea la competición argentina torneo muy seguido en España. Así que a Chicco le ha tocado autodefinirse ante la que es su nueva afición como un jugador “con muchas ganas, mucho juego. Como característica está la personalidad, como argentino y sudamericano siempre tenemos la característica de querer ganar siempre, en los partidos y en los entrenamientos. Eso es lo más importante que tengo”, se ha autodefinido.
Las referencias de los jugadores que más le gustan, eso sí, ayudan a definirlo. En España, dice Chicco, Busquets era su referencia. “Marcó la diferencia desde que empezó a jugar en el Barcelona. Cuando me preguntan siempre lo digo”, confesó. En Argentina, su ídolo fue otro. “Tengo muchos jugadores, pero en mi infancia fui a Boca Juniors y me gustaba siempre Fernando Gago, con el que luego llegué a jugar. Es mi ídolo de la infancia”, añadía.
La presión no es problema
Sin mojarse sobre los objetivos colectivos del Leganés (“Quedar lo más alto posible, uno busca pelear por el ascenso, pero aún no nos planteamos los objetivos grupales con los compañeros”), insistió en sentirse cómodo en la presión de pedirle más y más. No obstante, se crió en las inferiores de Argentina, donde compartió vestuario con ahora campeones del Mundo como Lautaro Martínez o Nahuel Molina.
“Me ha tocado jugar en inferiores de la selección, he compartido vestuario con jugadores de elite. Uno trata siempre de vivirlo con la presión y el profesionalismo que se merece por defender el club. Pero la presión es en todos lados, en Argentina y aquí, uno está acostumbrado a lo que es eso y va a tratar de hacerlo lo mejor posible”, zanjó con su tono sereno y su pinta estirada de junco para la medular del Leganés.