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Real Oviedo

Cazorla: el sueño del niño Santi se hace realidad

La vuelta del hijo pródigo, a sus 38 años, cierra la brillante carrera del internacional español: regresa al equipo en el que se formó

He's back: Santi Cazorla in Oviedo today
ELOY ALONSODIARIO AS

Era el sueño del niño Santi, el que se entrenaba en El Requexón mirando a sus ídolos, entonces en Primera División. El fútbol fue alejando los caminos y parecía que nunca se iban a juntar. En los últimos tiempos, se convirtió en un anhelo entre la afición, que ya había visto regresos emotivos, como los de Esteban o Michu. Ayer, Santi Cazorla se unió a ese club. Al de los que regresan a casa. El sueño que tenía de niño se cumple y la afición ha recibido la noticia con una emoción desbordante.

En un año que ya daba síntomas para el optimismo, el fichaje de Santi Cazorla es la guinda. Firma por un año, a ver cómo responde el cuerpo en el regreso a una competición de primer nivel. Y, además, están las condiciones en las que lo hace. Porque la forma en la que el asturiano regresa al club en el que se formó también es importante.

El club ha anunciado que cobrará el mínimo estipulado por la Liga, nunca ha sido una cuestión de dinero. Y, además, Cazorla cede al Oviedo los derechos de imagen con una sola condición: que el 10% del dinero de la venta de camisetas vaya a parar inversiones en la cantera del club azul.

El de Llanera se formó en El Requexón, una cantera que por entonces, años 90, nutría de futbolistas al primer equipo del Oviedo, instaurado en la máxima categoría. Cazorla fue quemando etapas en los diferentes equipos de las categorías inferiores, siempre mostrando su talento. Cumplida la edad cadete alguien en el club azul considero que quizás no valía, que no le daba el físico. Jugó cedido en el Astur, donde siguió mostrándose con el mismo desparpajo conla pelota. Su camino estaba destinado al del primer equipo del Oviedo.

Pero la temible crisis económica y deportiva en la que cayó la entidad carbayona a partir de 2003, y que le mandó a las divisiones no profesionales, a un paso de la desaparición, alejó a Cazorla del Oviedo. Le fichó el Villarreal, siempre atento para captar talentos. No tardó en jugar con el primer equipo, pero despuntó, sobre todo, durante la cesión al Recreativo de Huelva, de la mano de Marcelino.

Caminos distantes

A partir de ahí, su carrera se aceleró, mientras el Oviedo deambulaba entre Tercera y Segunda B. Cazorla tocaba el panorama del fútbol internacional, dos veces campeón de Europa con España y como estrella de la Premier en el Arsenal, mientras el equipo de su alma trataba de regresar desde los campos más humildes del fútbol español. El reencuentro era imposible.

Pero sí se acercó en los últimos años. El Oviedo regresó en 2015 al fútbol profesional y Cazorla, mientras tanto, entraba en una espiral de lesiones del que solo salió con tesón y entrega. Volvió a jugar, lo hizo al máximo nivel, incluso regresó a la selección española.

El paso a Catar parecía dar por concluida su carrera. Un retiro dorado en una competición menor pero millonaria. Pero aún quedaba un último sueño por cumplir, el que tenía de niño y que, ahora, con el Grupo Pachuca al frente del club, se ha concretado tras meses de conversaciones y de disipar dudas. Cazorla es jugador del Real Oviedo y su afición se emociona con el regreso.