Carcedo pende de un hilo
Oficialmente, Sanllehí, su gran valedor, mantiene su confianza en el técnico, pese a tener al equipo en puntuación de descenso. La Romareda será la que al final dicte sentencia.
El incendio no deja de crecer, pero de puertas afuera nadie pierde la calma todavía en Real Zaragoza. Ni el director deportivo Miguel Torrecilla ni tampoco el director general Raúl Sanllehí, artífice directísimo de la contratación de Juan Carlos Carcedo, el técnico que tiene al equipo aragonés derrumbado en la clasificación y en puntuación de descenso.
Pero ya se sabe que no hay nadie más débil que un entrenador que no gana partidos y también que en el fútbol la cuerda siempre se rompe por el mismo lado. Así que este sábado, en función de lo que suceda frente al Villarreal B en una Romareda que ya ha pedido a coro la destitución de Carcedo, se verá hasta dónde llega le paciencia de Sanllehí.
Sólo un triunfo sacaría a Carcedo momentáneamente del disparadero, aunque ni eso es ya seguro, porque cuando el zaragocismo señala a un técnico no cambia de opinión ni en las victorias. Y de eso pueden dar fe varios entrenadores, empezando por Chechu Rojo, el único que en 90 años de existencia del club llegó a la última jornada pudiendo ser campeón. Y eso en Primera División.
Sanllehí no ha dejado de defender hasta ahora a Carcedo, al que calificó como un entrenador “honesto, trabajador, experto y moderno”. Y el propio técnico insiste en que se siente totalmente respaldado –”La confianza de Sanllehí y Torrecilla es total” o “Estamos fuertes y los jugadores creen”–, pero lo cierto es que el Zaragoza sólo ha ganado dos partidos en diez jornadas, con únicamente cinco goles a favor, cada día juega peor y la contestación social sobre su figura es tan alta como nunca.
A Carcedo se le ve superado y sin soluciones ni recursos desde hace ya varias jornadas, pero Sanllehí y Torrecilla se vienen resistiendo a tomar decisiones drásticas y al final la que va a dictar sentencia será La Romareda.