“Cambiaría ganar por que Puado y Darder no hubieran sufrido golpes”
Luis García se felicita por haber visto “un grupo unido” en el triunfo del Espanyol ante Las Palmas y le recuerda a Braithwaite que “absolutamente nadie jamás estará por encima del club”.
Cosechó el Espanyol de Luis García su primera victoria de la pretemporada, ante Las Palmas, lo que el entrenador perico resumió así, a pie de campo en La Dama de Noche de Puerto Banús: “Estoy feliz por ver un grupo unido, después de una victoria que siempre refuerza aunque sea en pretemporada. Estoy ilusionado con lo que llega”.
Satisfecho con el desempeño de su equipo, no pudo obviar sin embargo Luis García que tanto Javi Puado como Sergi Darder, especialmente el delantero, salieron lastrados del amistoso por sendos traumatismos. “El resultado me dice poco, lo cambiaría por una derrota con tal de que Javi y Sergi no hubieran tenido esos golpes”, aseguró. Y añadió: “Los resultados ahora no son definitivos, es más importante tener a todos los futbolistas disponibles. Esperemos que no sea grave, son dos golpes, el de Javi es más fuerte, esperamos tenerlos pronto de vuelta para entrenar”.
En el caso de Puado, precisó el Espanyol ya en frío un rato después del encuentro que la primera exploración arroja una fuerte contusión en el tobillo derecho, a la espera de más pruebas a las que será sometido el atacante en las próximas horas.
Del partido, indicó el preparador que “nos enfrentábamos a un buen rival al que le gusta tener mucha posesión, pero no nos desesperamos en ningún momento. Ellos ubicaban a muchos futbolistas por fuera de nuestra estructura, lo cual no nos generaba estrés en ninguna situación de gol. El equipo estuvo compacto, serio, con las ideas claras de salir en los momentos concretos y hacer daño. Así lo hicimos, la situaciones más claras fueron nuestras”, se congratuló.
Y, preguntado por la indisciplina de un Martin Braithwaite que de vuelta a Marbella siguió el partido desde el banquillo, abundó Luis García haberlo vivido todo “con mucha tranquilidad, sabiendo muy bien los códigos del vestuario, y sabiendo que tengo un grupo muy unido a mi lado. Ha sido una falta de respeto a una institución de más de 100 años de historia, a unos compañeros, a un staff, a unos socios. Absolutamente nadie jamás estará por encima del club”, sentenció el entrenador, que apostilló: “Uno, cuando se equivoca, se tiene que dar cuenta”.