Calleja deja su futuro en el aire
El entrenador del Levante, pese a que su contrato se extiende hasta 2024, dejó unas últimas palabras con aroma a despedida: “¿Mi futuro? No es momento de hablar de eso”.
El Levante todavía está aturdido por el terremoto que supuso el no ascenso a Primera División. Con incógnitas a todos los niveles, desde la continiudad de Quico Catalán y la parcela deportiva encabezada por Felipe Miñambres, la última respuesta de Javi Calleja tras el varapalo frente al Alavés dejó aroma a despedida: “¿Mi futuro? Siempre me levanto, pero no es el momento para hablar de eso”.
El futuro de Calleja, pese a que su contrato en un principio se extiende hasta el 30 de junio de 2024, quedaba supeditado al ascenso a la máxima categoría. Como todos los frentes abiertos del club, con un interrogante marcado en estos días. Con el objetivo incumplido, y a la espera de movimientos en la entidad en los próximos días, el técnico madrileño debe reflexionar en su fuero interno. Ambas partes, tanto club como entrenador, cabe recalcar, tienen una cláusula liberatoria calificada de irrisoria en el mundo del fútbol.
El balance de Calleja tras tomar las riendas del equipo el pasado de octubre es el siguiente: 19 victorias, 15 empates y cuatro derrotas, Copa del Rey y playoff incluido, en los 38 partidos que ha estado al frente del equipo. Con un balance de triunfos del 50%, el equipo llegó a octavos de Copa, quedó fuera del ascenso directo por el golaverage tras empatar a puntos con Las Palmas y cayó en el día clave a 15 segundos del final por un suceso dramático frente al Alavés tras superar con nota la primera ronda frente al Albacete.
Sin ascenso, la realidad del Levante da un giro de 180º. Los próximos días se antojan claves para definir el futuro a corto, medio y largo plazo de la entidad en todas sus esferas, empezando por la dirección del club. El futuro de Calleja es un asterisco más en la lista de tareas.
Si bien es cierto que sin el músculo económico de la temporada pasada, la condición de claro aspirante queda en cosa del pasado y habrá que ver si el técnico madrileño acepta asumir el reto de devolver al equipo a la máxima categoría con las nuevas condiciones sobre el tablero.