Butarque, diván con espinas
Un Leganés en caída libre recibe al soñador Cartagena sin la red de jugar en su estadio. Las protestas previas al partido enturbian más aún el ambiente. Idiakez, protegido y sin bríos.
Encapuchado en la tormenta de una noche infinita, al Leganés cualquier escenario se le hace abismo. Ya ni Butarque parece servir de luz para la esperanza. Los pepineros son a la depresión lo que el fútbol al estado de ánimo: un binomio inseparable. Debilidad mental que (dice Idiakez) es la principal causa de su caída libre. “Necesitamos revertir esto”, entonó ayer con tono mustio y gesto abatido, sin chispa alguna en la mirada como para, precisamente, pensar que él sea motor del cambio. Cartagena es la próxima parada (sigue el partido en directo en AS.com). Un rival tan aseado como gigantesca es su figura amenazante alrededor de la Avenida de los Once Leones. Zambullido en un estado de felicidad creciente, alentados por el motor invisible de querer ser de playoff, los de Luis Carrión representan para este Lega endeble un reto abisal. Quién sabe si la última parada de la era Imanol al sur de Madrid.
Por de pronto, los nuevos dueños de Blue Crow Sports mantienen la filosofía de la confianza que aplicaron al inicio de curso como ingrediente fundamental con el que sustentar la esperanza de la recuperación. Confianza en el entrenador. Confianza en su proyecto. Tras caer en Málaga el lunes (los blanquiazules sólo han tenido tres días para preparar el duelo de hoy) y sumar su cuarta derrota seguida, desde las oficinas emanó un mensaje de relativo sosiego que contrasta con la agitación que bulle por Leganés.
Sábado de protestas
Malestar que condensará en dos gestos de protesta previos al choque y que va a liderar la Grada de Animación. El grupo ha pedido que los hinchas se concentren y protesten a las puertas del estadio una hora antes del pitido inicial. También retrasarán su acceso al campo hasta el minuto once. Este hartazgo promete enturbiar al menos al inicio el ambiente en las gradas, uno de los pocos activos infalibles que había tenido el Leganés en lo que llevamos de curso.
En el vestuario el incendio (deportivo, anímico) es grande. El discurso público y privado de Idiakez sigue dando circunloquios a conceptos manidos que se sacuden la culpa de la caída libre (sólo 7 puntos de los últimos 33 posibles, más de 560 minutos sin gol…) y señalan al grupo, el estado anímico o fallos puntuales como origen de la crisis. Todo expresado sin energía y con un buen chorreón de bajas salpimentando tanto pesimismo.
Juan Muñoz (4-6 semanas de baja), Franquesa y Fede Vico (éste por surrealista sanción) no estarán hoy. En duda cinco jugadores más: Gaku, Narváez, Arnáiz, Raba y Josema. Al menos vuelven Omeruo y Cissé, éste último faro de fe para un equipo tan necesitado de puntos (está a sólo seis del descenso y bajando) como de volantazos que cambien el rumbo. Quizá perder de nuevo anime, esta vez sí, a un relevo en el banquillo, aunque la intención de partida sea mantener a Idiakez hasta final de curso.
El Cartagena, en las antípodas
Delante un Cartagena que, de hacer la clasificación parcial desde que el Lega empezó su caída libre, sería tercero en la tabla. Antípodas que, con todo, dibujan algunas dudas. Pese a ganar al Lugo, las derrotas ante Villarreal B y Andorra han dejado algo de runrún, de si el proyecto seguirá para adelante en su caza del playoff o se frenará en tierra de nadie. Con la permanencia en la mano, el objetivo albinegro es acabar ahora lo más arriba posible.
Se desperdiciaron dos oportunidades para recortar con el Albacete Balompié, que en dos jornadas sumó un punto (cero los albinegros), pero la sexta plaza está a cinco. Aún es posible. Por ello, el duelo en Butarque puede ser decisivo para los de Luis Carrión. Un triunfo metería presión a los manchegos, que reciben en el lunes a Las Palmas. De paso, también dejaría a diez puntos a un Leganés que hasta hace no mucho tiempo era espejo de futuro para el equipo presidido por Paco Belmonte, ex director deportivo pepinero. Ahora las tornas parecen cambiarse. El fútbol y sus giros.
Musto, pieza clave en el centro del campo, será una de las novedades del once. Eteki le sustituyó con buena nota, pero no parece que le vaya a servir para quitarle el puesto al argentino. La duda está en la retaguardia. Martos no se recuperó a tiempo. Lo normal sería que el técnico desplazase a Datkovic al lateral zurdo y Alcalá o Vázquez formen en el centro de la zaga con Kiko Olivas. Incluso defensa de cinco, con tres centrales y Calero y Jairo como carrileros.
Altas y bajas:
Leganés: Juan Muñoz y Franquesa, lesionados, y Fede Vico, sancionado, no estarán. Gaku, Narváez, Arnáiz, Raba y Josema son duda. Vuelven Omeruo y Cissé.
Cartagena: Regresan Musto, Vázquez, Alcalá y Sadiku. Bajas, por lesión, de Ureña, Martos y Miguelón.
Ases a seguir:
Cissé: Desde que se lesionó a inicios de curso, el equipo ha echado de menos su descaro diferencial. Regresa tras el parón internacional para ser clavo ardiendo del Leganés.
De Blasis: El timón del equipo, la velocidad y la pausa. En partidos como el de hoy se espera una gran actuación del argentino.
Claves:
Depresión. El Leganés se ha zambullido en una dinámica negativa que lo castiga también en lo anímico. Los pepineros lucen preocupante debilidad mental.
Dudas. Nadie sabe el FC Cartagena que nos vamos a encontrar. Es uno de los problemas del equipo de Carrión durante el curso.
Sequía. El Leganés acumula 562 minutos sin ver puerta. Una racha negativa tan histórica como punitiva. Tampoco atrás andan finos. Problemas de áreas.
Pegada. No necesita llegar mucho al área rival para hacer gol. Es de lo más destacado de los albinegros, que además juegan sin un ‘9′ puro como referente.
