Brian Oliván, factor diferencial

Que Brian Oliván es un jugador importante en el Espanyol es una evidencia. Al fin y al cabo, es el lateral izquierdo titular. Un jugador capaz no sólo de proteger bien su parcela del campo, sino también de aportar (y mucho) arriba. El curso pasado, sin ir más lejos, sumó siete asistencias. Pero su impacto en el equipo, así lo dicen los números, es enorme. Este curso el Espanyol ha encajado siete goles en los seis primeros partidos de Liga, solo uno con Oliván sobre el campo.

Brian arrancó la temporada como titular jugando íntegros los tres primeros partidos de Liga. Un empate y dos victorias, con un solo gol encajado. Unos números colectivos más que buenos. En el minuto 23 del partido ante el Amorebieta, sin embargo, se lesionó. La irrupción de Ramón, vitoreado por la grada, no tuvo el mismo efecto sobre la defensa. El Espanyol encajó dos goles contra el equipo vasco, uno del Levante y tres contra el Eldense. Oliván ya está recuperado y de hecho participó en los minutos finales ante el equipo alicantino, siendo importante en la remontada final del equipo. Con él sobre el césped se cerró la portería blanquiazul, permitiendo a los de Luis García sumar un valioso punto en su último compromiso como locales.

Uno podría pensar que la participación de Oliván, aunque importante, tiene un impacto circunstancial en los resultados. Para entendernos, que es casualidad que el equipo encaje tanto cuando él no juega. Pero si echamos la vista atrás, a la temporada pasada, es fácil ver el patrón. El lateral se lesionó en la jornada 24 y los blanquiazules entraron en una dinámica terrible que acabó por costarles el descenso. Ocho partidos sin ganar, con siete derrotas y un empate, hasta que regresó al verde. Tanto al inicio de campeonato como en el tramo final los resultados fueron manifiestamente mejores, con Oliván sobre el césped, pero a la postre insuficientes para salvar la categoría.

Esta temporada en Segunda Oliván ha de ser un jugador importante. Es cierto que Ramón es un buen suplente, pero el brasileño todavía no ofrece las prestaciones de Brian. Ni en ataque, donde Ramón ha dejado buenas sensaciones, ni en defensa. Es precisamente ahí donde la diferencia entre ambos es más notable, pues a la irregularidad del brasileño se enfrenta una sobriedad necesaria para cualquier defensa de élite.