Borja Jiménez logra en Leganés el mejor inicio en toda su carrera
El entrenador abulense suma 12 de los primeros 15 puntos en juego. Con el Depor también los sumó, pero con más goles en contra y en una categoría inferior.
Anda el Leganés sumido en números históricos (el actual es el mejor arranque de su historia en Segunda División con 12 puntos de los primeros 15 en juego) que también lo son para el conductor de su proyecto. Borja Jiménez tampoco había arrancado en su carrera tan bien como lo ha hecho ahora al frente de un Lega lanzado, pero de tonalidad humilde. Nadie al sur de la capital pretende despegar los pies del suelo. El discurso, se repite: permanencia, permanencia y permanencia.
Pero mientras se construye el camino para conseguirla (ya ‘sólo’ restan 38 de los famosos 50 puntos para conseguirla), se goza un camino que en el caso del entrenador abulense, sólo había rozado en una ocasión, pero en otra categoría. Sucedió en Primera RFEF cuando, como entrenador del Deportivo de la Coruña, también logró 12 de los primeros 15 puntos, aunque con un bagaje goleador diferente.
Aquel equipo sumó once goles a favor y tres en contra en las primeras cinco jornadas. Este Leganés acumula siete goles a favor (son menos que el Depor), pero sólo uno en contra. Y todo con un diferencial importante. Mientras aquel Depor era un proyecto encaminado al ascenso a Segunda tras un primer curso sin subir, éste Leganés es un proyecto llamado a la supervivencia en la categoría de plata. Nada que ver… por el momento.
En el resto de experiencias que el preparador (39 añitos sólo) ha tenido no se ha acercado a estos números. Ni en el Valladolid B, Izarra, Rápido de Bouzas, Mirandés o Cartagena. Con estos dos últimos, por cierto, logró el ascenso de Segunda B a Segunda, pero no logró inicios tan buenos como el actual con el Lega. Precisamente al frente de los albinegros dirigió sus únicos 18 únicos partidos en Segunda División. Su nutrida experiencia se basa más categorías inferiores que de categorías profesionales.
Bien acogido en Butarque
“Estamos contentos a nivel personal. Encantado, la verdad. Es el mejor arranque en la historia del club. Encantado, sí… Encantado con los esfuerzos de cada día. Tenemos que ir haciendo colchón para cuando vengan esos días que no tengamos nuestro mejor día. Ya sabéis cuál es mi discurso: va a ser muy difícil conseguir esos 50 puntos. Ojalá terminara esto mañana”, bromeaba el preparador tras ganar al Huesca (2-0) en un partido (otro) en el que encandiló a la afición pepinera.
Sólo un mes de competición oficial ha hecho falta para que la parroquia de Butarque acoja a Borja en sus brazos, siempre con el recelo de los que han visto todo tipo de vaivenes en el banquillo, pero también con la firmeza de quien guiños que gustan. Desde su cercanía y carácter afable (nada de miradas altivas o discursos alejados de la realidad), hasta la lógica de sus decisiones (no es un técnico amante de los ataques de entrenador) pasando por apuestas de esas que gustan al respetable.
Por ejemplo, el sábado se atrevió a alinear de inicio a Diego García y Miguel de la Fuente apenas siete días después del fichaje de este último. Pero también gusta su fluidez en el trato con la cantera (con él ya han jugado Lalo o Navarro) e incluso la gestión de una pizarra rica en variables, algo que al sur de la capital no ha pasado desapercibido después de haber sufrido temporadas de sistemas inmutables pese a los malos resultados.
El resumen es un entrenador que ha pasado de ser casi última opción entre el respetable (llamaban más la atención los veteranos Carrión o Etxeberria o la leyenda de Carlos Martínez) a ir cogiendo vuelos de entrenador adoptado para la causa blanquiazul como si hubiera nacido en San Nicasio o toda su vida hubiera residido en la Calle La Fuente. Como si fuera de Leganés de toda la vida.