Bolo trabaja para que se vea a un Oviedo más ofensivo
El técnico insiste en que el equipo llegue con más gente al área rival para solucionar los problemas en ataque: solo llevan 3 goles, 2 de ellos de penalti
Jon Pérez Bolo sigue trabajando en El Requexón para que su equipo regrese a la senda de la victoria. Ya recetó la solución al problema del equipo tras el batacazo ante el Ibiza de la última jornada en casa, 0-1: trabajo, trabajo y más trabajo. Y en ello está el vasco, junto a sus pupilos, en el intento por enderezar el rumbo de una nave que en pretemporada prometía emociones fuertes y que de momento transita en un mar de dudas por la zona tibia de la tabla. “No estamos cumpliendo las expectativas”, reconocía claro el entrenador tras la cita ante el Ibiza.
Ahora, el técnico trabaja con sus hombres en El Requexón en un intento por, sobre todo, dar un paso adelante en el aspecto ofensivo. Es su principal frente de batalla desde que aterrizara en Oviedo. Bolo heredó un equipo que atrás concede muy poco pero veía que podía darle otra marcha en ataque. Es ahí donde llega la frustración del entrenador, que trata de solventar la primera crisis de la temporada incidiendo en el trabajo ofensivo.
Así se ha podido ver en El Requexón en las sesiones de puertas abiertas. El técnico insiste una y otra vez en llevar el balón a la banda y poner centros. Resalta la importancia de acumular gente en el área del rival. Por ahí, cree el entrenador, pasa la solución a los problemas azules.
La realidad es que el Oviedo solo ha sido capaz de anotar 3 goles hasta la fecha. Además, dos de ellos, fueron desde el punto de penalti. Borja Bastón, aunque aún lejos de su mejor versión, la que mostró la temporada pasada para alzarse con el trono de máximo anotador en Segunda, igualado con Stuani, del Girona, lleva 2 goles en su cuenta, ambos de penalti: contra el Leganés y en Santander. El otro acierto fue de Enrich contra el Levante.
Precisamente, el choque ante los valencianos mostró al mejor Oviedo de la temporada. Entonces sí, el equipo se mostró enérgico en la disputa, robó rápido y bien y llegó con asiduidad al área del rival. Le faltó sentenciar el choque cuando pudo o acertar en los últimos minutos de dominio claro, ya con uno más sobre el terreno de juego.
Tras el Levante, la peor versión
Lo que se suponía que debía ser un punto de inflexión para el crecimiento del equipo se ha convertido sin embargo en el inicio del peor momento de los azules en el campeonato. Desde aquella actuación convincente ante el Levante, el Oviedo se ha caído. Ya no se muestra fuerte en el cuerpo a cuerpo, se le ve desnortado en el campo y, sobre todo, con pocos argumentos con la pelota. Fruto de esta última circunstancia llega el pobre bagaje ofensivo.
Contra el Burgos, empate sin goles, y frente al Ibiza, derrota 0-1, se vio la versión menos brillante de los azules esta temporada. Pero Bolo no se rinde. Promete trabajo y encontrar un camino más efectivo hacia el gol. Ahí está, cree el entrenador, la clave para que los azules regresen a la buena senda y puedan ser considerados, como creen todos en el club azul, candidatos a todo este año en Segunda División. En Lugo se verá una buena oportunidad de comprobar si el equipo da pasos hacia adelante o se estanca en su mal momento.