Blind, el enésimo acierto de Quique Cárcel

El fichaje de Daley Blind este verano se interpretó en Girona como un salto de calidad en la plantilla. Un futbolista internacional, con pasado en el Manchester United y el Bayern, que llegaba sin embargo a los 33 años y tras cierto período de inactividad. Eso abría una incógnita sobre su rendimiento que el defensa ha despejado en el primer tramo de temporada. Blind es un fijo para Míchel.

Firmado a priori como refuerzo para la banda izquierda, se ha acabado asentando de central. Una posibilidad ya prevista en su fichaje, pero que el defensa ha afianzado jornada tras jornada. De hecho, ha jugado las 19 de Liga. En 18 de ellas, los 90 minutos. Esta es la importancia que tiene en el equipo. La calidad se le suponía, pero el nivel demostrado está por encima de las expectativas. Blind ha encajado a la perfección en un equipo que apuesta por salir jugando y mantener el control del balón. Pero es que además ahora marca goles.

El defensa holandés lleva dos goles en su haber, los dos en los últimos dos encuentros. Ante el Atlético de Madrid en Liga y contra el Elche en Copa. Curiosamente, los dos han sido exactamente iguales. En un córner a favor, peina un jugador en el primer palo y aparece Blind en el segundo para empujar el balón al fondo de la red. Dos jugadas de estrategia, calcadas, que le han dado mucho rédito al equipo. A todo eso hay que sumarle dos asistencias de un futbolista trascendental para el Girona.

Y lo seguirá siendo. Las bajas de David López (y sus cuatro partidos de sanción) y Eric sumado a la salida de Bernardo dejan al equipo en cuadro en la posición de central. Solo están disponibles Blind y Juanpe, por lo que el holandés seguirá formando en el eje de la defensa gerundense. Una garantía de éxito.

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