Aprobados y suspensos del Pucela: Un triunfo que da aire

Con la tarde tan desapacible que hizo en Zorrilla, tan marcada como lo estuvo por el viento y, ocasionalmente, por la lluvia, poco se podía exigir a nivel estético en el choque entre Real Valladolid y Tenerife. Y poco ofrecieron, aunque lo hizo más el cuadro blanquivioleta, que no realizó grandes dispendios ni artificios, pero se bastó de una sólida actuación de algunos de sus pilares para edificar un triunfo que le devuelve el aire tras ser goleado en Eibar.

Masip: En la primera mitad el de la taquilla pensó bajar a cobrarle entrada. Hasta el minuto 85 no necesitó hacer una sola parada, e incluso esa fue en una acción en fuera de juego.

Luis Pérez: Puso un balón jugoso al corazón del área en el que Sylla remató fuera. Estuvo bien en labores defensivas y las completó con cuatro pases clave. Con pulmones, llegó al último tercio y se la entregó a Lucas Rosa en el dos a cero.

Boyomo: Porfió en alguna ocasión, creyendo demasiado en su técnica, aunque a menudo resolvió bien esas frivolidades. Remató alto un centro de segunda jugada a pelota parada antes del descanso. Titubeó en una pelota que casi aprovecha el Tenerife.

Torres: Con responsabilidad en salida de balón, no cometió errores de bulto en el primer tiempo. En un escenario complicado como el que se le presentaba, con el mayor especialista en las disputas aéreas de la categoría, salió indemne.

Escudero: Asomó por dentro en alguna fase cuando el Real Valladolid tenía el cuero. Por fuera, en cambio, no profundizó, tal y como viene siendo habitual. Sorprendió con un zurdazo lejano que despejó Juan Soriano y acabó en el palo.

Juric: En un partido de disputas e imprecisiones, apareció a menudo. Lo hizo también en fase ofensiva, incluso apareciendo en una ocasión como extremo. Todo corazón, estiró la pierna para anticiparse y dar el balón a Luis Pérez en la apertura del dos a cero.

Iván Sánchez: Algo incómodo a veces al jugar a pie cambiado, aunque trató de potenciar a Luis Pérez desde ahí. Una conducción marca de la casa, de fuera a adentro, acabó con un disparo que Mellot despejó a córner. Terminó generando hasta cuatro disparos.

Monchu: Demasiado poco influyente en muchos intentos. Aunque estuvo acertado con la pelota, pasó bastante inadvertido. Ajustó al palo el disparo que se convirtió en el uno a cero. Amenazó a Soriano con un disparo exterior.

Meseguer: No intervino casi en el primer tiempo, en el que era el principal encargado del triángulo interior de ir en ruptura. Mejoró después del descanso y se mostró infatigable. Propició, con un robo en la frontal, una ocasión de Monchu.

Anuar: Aislado en banda izquierda, donde apenas fue buscado. Cuando sucedió así, buscó correr al espacio, pero el balón, con el viento, corría más. En una de esas ocasiones intentó conducir hacia adentro, pero le taparon el disparo.

Sylla: Sabedor de que estaba desconectado del juego, bajó a menudo a recibir. Se suspendió en el aire para rematar de cabeza fuera una ocasión clara. Amenazó cerca del descanso a Soriano en otro disparo alto. Esta vez, no encontró su labor premiada con el gol.

También jugaron en el conjunto de Pezzolano:

Raúl Moro: El equipo no le encontró demasiado en ventaja, pese a que jugó abierto. En una de sus jugadas sobre la línea de cal, Mellot le aguantó bien y le rebañó la única oportunidad clara que tuvo de encarar.

Lucas Rosa: Dobló lateral derecho para ayudar a Luis Pérez con la insistencia de Nacho y Elady. Engatilló con el alma el cuero para sentenciar en el tiempo complementario.

De la Hoz: Apenas llegó a entrar en contacto con el esférico, pero, a cambio, resolvió con acierto las dos acciones defensivas en las que intervino.

Iván Cédric: Entró con el partido casi acabado para rebañar unos últimos segundos al crono.

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