Aprobados y suspensos del Granada: perdidos

El Granada suma su tercera derrota seguida a domicilio donde se pierde y muestra su peor cara. Ante un rival directo como Las Palmas, el equipo nazarí estuvo perdido en la medular, apenas llegó a la portería de Vallés y sufrió con las llegadas de los atacantes canarios. No hay mecanismos ni ideas para crear en ataque y tiene lagunas importantes en defensa. La presión desorganizada y con mucho desorden en todas las líneas. Mucho que mejorar...

André Ferreira: El portero apenas tuvo que intervenir. Un tiro lejano flojo en la primera mitad y poco más. El portugués nada pudo hacer el en gol de Las Palmas y 64′ se tuvo retirar lesionado en el muslo.

Víctor Díaz: El capitán tuvo que actuar de lateral y no tuvo su mejor partido. Eso sí, su remate tras un córner en el 39′ fue la mejor ocasión del partido del Granada. Le costó en defensa, no estuvo fino en ataque ni preciso en el pase. De hecho, en el 1-0, Vieira le hace todo el lío. Acabó actuando en la defensa de tres.

Miguel Rubio: Un partido más, mantuvo la defensa del Granada durante casi todo el partido. Bien al corte y en el uno contra uno, en el primero gol poco puede hacer. En el 80′, cometió penalti sobre Vieira, al que empujó con el brazo levemente. Penaltito, pero que el colegiado pitó.

Cabaco: Tampoco tuvo su mejor encuentro en su segunda titularidad. Perdido a ratos, con errores de bulto, aunque también alguna acción de mérito en el corte. Sigue sin estar en su mejor momento de forma y aún le faltan partidos con su compañeros para entenderse mejor. Se fue con calambres en el descuento.

Quini: Como el resto, impreciso y superado por momentos. Vio la amarilla en el minuto 11 por una clara falta, le perdonó la segunda en la segunda mitad. Le faltó llegada y no se encontró en ningún momento cómodo. Álvaro Jiménez le ganó la partida y fue sustituido para evitar la segunda tarjeta.

Petrovic: Trabajador, con mucho recorrido e intención. Dos tiros desde lejos fueron de las pocas intentonas de los nazaríes y llevaron su firma. Intentó ordenar a su equipo en la medular, pero, como el resto, estuvo perdido en muchas fases del partido.

Meseguer: Tampoco tuvo su día. Intentó sacar al equipo desde atrás, pero, sin balón, no pudo aportar su mejor virtud. Y en defensa estuvo muy superado. Vio la amarilla en el minuto 14, llegó tarde en el primer gol de Las Palmas al rematador. Se fue en el descanso.

Bodiger: Actuó algo más adelantado de lo habitual y, aunque en la presión lo intentó, le falta creatividad y visión de juego para esa posición. Trabajo y pundonor, pero poco más.

Puertas: Es un luchador, pero tampoco estuvo fino. Le costó hacer sus conducciones, tampoco encontró compañeros y, con el Granada casi sin balón, le tocó pelear balonazos que nunca terminaba de ganar. Acabó de carrilero izquierdo.

Rochina: Notó la inactividad. No estuvo preciso para enganchar con Callejón, ni partiendo de banda ni cuando se situó algo más en el centro. Sacó un par de córners lejos de de ser rematado. Aún le falta para coger su mejor nivel porque calidad está claro que tiene. También fue sustituido.

Callejón: Luchó cada balonazo y alguno ganó, aunque pocos. Puso el balón de la mejor ocasión del Granada. Sin embargo, apenas le llegaron balones en condiciones para que el motrileño pudiera desequilibrar.

Desde el banquillo:

Sergio Ruiz: Salió en el descanso y ordenó un poco el centro del campo del Granada, que pareció más sólido a ratos. Tampoco logró hacerse con los mandos de la medular, que era lo que buscaba.

Bryan: Le tocó jugar de carrilero desde que salió en el 72′ y dejó algún destello, pero poco más. No tuvo casi llegadas ni oportunidades para hacer algún uno contra uno.

Raúl Fernández: Tuvo que salir en el 63′ por el lesionado André y vio como Vieira le marcaba de penalti. Tuvo una buena acción ante Sandro y poco más que intervenir.

Molina: Salió en el 72′ para intentar prolongar algún balón y tener una referencia pero, como le pasó a Callejón, no le llegó prácticamente ningún balón.

Pepe: Entró en el descuento por la lesión de Cabaco. Una falta y poco más pudo aportar el canterano.