Aprobados y suspensos del Espanyol de siempre
Otro gris partido de los blanquiazules, víctimas de su propio planteamiento fuera de casa
Joan. Nada que hacer en el gol del Alcorcón, jugó otro muy buen partido. Desbarató las opciones locales, sobre todo en la primera parte, aportando seguridad y tranquilidad a sus compañeros. Bien también por arriba y a balón parado. Si es el futuro de la portería blanquiazul debe ser ya titular, pues su rendimiento no es inferior al de Pacheco.
Omar. Tardó 65 minutos en poner un centro bueno, pero cuando lo hizo fue excelente, a la cabeza de Braithwaite. Hasta ese momento estuvo impreciso pero profundo, lo que le permitió forzar varios córneres. En la parcela defensiva controló bien a Jacobo. Notable partido del lateral, del que ya nadie duda que debe ser el titular.
Sergi Gómez. En la línea de toda la defensa. Ningún error grosero, ningún acierto determinante. Partido gris, otro más, que no evitó que el Espanyol recibiera un gol. Costará ganar, y costará ascender, si la defensa no sube el nivel y evita que rivales especialmente flojos en ataque les marquen.
Víctor Ruiz. Se jugó el penalti en una falta sobre el mismo borde del área, en otro partido regular del central. No es un problema suyo estrictamente, le acompaña la mediocridad de la línea defensiva y el planteamiento ultraconservador del equipo, pero le faltó contundencia.
Cabrera. Jugando en banda ni aporta lo que puede sumar como central ni lo que se le supone a un lateral. Un punto intermedio que le perjudica a él y al equipo, pues pierde profundidad por banda izquierda y solidez en el eje de la defensa.
Gragera. Muy buen partido del mediocentro, quizás el mejor del Espanyol, dando empaque al equipo. Cortó todo lo que pasó por su zona, cohesionó al equipo y jugó siempre con criterio. Aporta en defensa, algo indispensable para Ramis, pero es que además tiene control y pie con el balón. Ahora mismo, imprescindible.
Keidi Bare. Fue el encargado del balón parado, también de colgar numerosos balones al área. Le faltó precisión, sobre todo en el golpeo en largo y a portería, pues estuvo mejor en el pase. Contundente en defensa, eso nadie se lo quita, pero con los problemas de siempre para recibir de espaldas.
Puado. Jugó por banda y, en ocasiones, retrasado. De todo menos de delantero, que es su posición. Lejos del gol, una de sus virtudes, se apaga. Sí dejó sin embargo buenos detalles técnicos, muestra de su calidad, pero no en el remate.
Salvi. Muy poco productivo, fue el primer sustituido junto a Keita. Incapaz de superar al lateral del Alcorcón, no aportó ni desborde ni profundidad. Tampoco puso buenos centros. Fue expulsado una vez en el banquillo por protestar.
Braithwaite. Solo necesitó un balón para convertirlo en gol. El primer centro franco, para adentro. Un delantero de otra categoría, que es la absoluta referencia del equipo. Si el Espanyol acaba subiendo el danés tendrá buena culpa de ello.
Keita Baldé. Actitud excelente, puntería nefasta. En su primera titularidad Keita peleó y buscó la espalda de los centrales. Mucho más activo que Braithwaite. Tuvo una opción clarísima de cabeza para adelantar a los pericos en el 26′ pero remató fuera, como durante todo el partido.
Pere Milla. Entró por Puado pero no mejoró sus prestaciones. No tuvo ni una opción clara, ni un balón cómodo. No generó nada distinto.
Jofre. Su entrada, junto a Milla, fue un mensaje. Un paso adelante. Un cambio de juego suyo, tras regate, originó el gol del Espanyol. Le faltó ser más valiente, desbordar más.
Pol Lozano. Trató de dar un par de pases largos pero no llegaron a su destinatario.
Lazo. Salvó al Espanyol de una última contra con una amarilla tan clara como necesaria
Gastón Valles. Entró en el descuento y no tocó el balón.