Aprobados y suspensos del Depor: faltó la magia en los metros finales
El estreno de la temporada en Riazor no tuvo el resultado deseado. Los coruñeses tuvieron que contentarse con un punto ante el Burgos a pesar de tener las mejores ocasiones del choque.
Germán Parreño: El alicantino enlazó su segunda titularidad consecutiva por delante de Daniel Bachmann. Volvió a estar seguro en las pocas ocasiones en las que tuvo que intervenir. Tuvo también un buen papel a la hora de salir en los centros y balones que llegaron desde el lateral.
Loureiro: Tuvo varios momentos de duda a la hora de poder tapar su carril. Más allá de ello, mostró temple, dinamismo y atención para ayudar al resto de sus compañeros.
Arnau Comas: Estuvo condicionado por una amarilla al cuarto de hora de juego. A pesar de ello fue muy fiable. Mostró su poderío en el juego aéreo y estuvo fino a la hora de acertar al corte. Terminó sustituido en los primeros compases de la segunda parte.
Barcia: Estuvo atento a la hora de ayudar a anular a Fer Niño. En líneas generales presentó una puesta en escena sólida, sin perder en ningún momento la marca con los atacantes rivales. Su único pero fue ver la amarilla en una entrada pasado de frenada.
Escudero: Estuvo muy sólido a la hora de mantener puesto el candado a su banda. En líneas generales volvió a cumplir con su cometido atrás y en ocasiones también teniendo protagonismo en campo contrario.
Gragera: Partido gris del asturiano. Estuvo impreciso con el balón, aunque en ciertos momentos acertó a la hora de cortar algún ataque del Burgos. Le faltó mayor pausa para imponerse en el medio del campo.
Villares: Aportó su trabajo habitual, pero en la misma línea que Gragera le costó mucho imponerse a la telaraña burgalesa en la medular. Terminó dando el relevo a la hora de partido a Patiño.
Luismi Cruz: Mostró algún destello de su calidad en ataque, pero no tuvo la soltura que mostró la pasada semana en Granada. Tuvo varias acciones de mérito para ayudar al equipo en tareas defensivas. Fue sustituido en el 63’.
Mario Soriano: Fue el encargado de crear dinamismo y juego por dentro, pero no pudo encontrar el pase o el disparo que abriese las puertas de la portería del Burgos.
Yeremay: Su primera irrupción el partido fue un control adelantado que dejó atrás a su marca para finalizar jugada con una picadita que pasó por encima de Cantero y se estrelló en el larguero. Más allá de esta pizca de genialidad, estuvo muy vigilado y sin capacidad para poner en serios apuros al Burgos.
Zakaria: El holandés se ofreció, estuvo en el sitio y únicamente no mostró finura de cara a puerta. Consiguió fabricarse una de las mejores del partido dejando atrás a su marca y tan solo errando a la hora de calibrar un disparo ajustado al palo.
Los cambios:
Ximo: Saltó al terreno de juego algo revolucionado con algún error evitable, pero cubrió con creces el expediente para dar oxígeno.
Mella: Entró en el 63’ con el partido necesitado de prender la chispa en ataque. Su electricidad contagió a sus compañeros, pero no fue suficiente para decantar la balanza a favor de los suyos.
Bouldini: Disputó los minutos finales para dar mayor presencia al ataque, aunque su puesta en escena no aumentó el peligro ofensivo de los coruñeses.
Patiño: Saltó al terreno de juego con cierta precipitación y con ganas de demostrar. No consiguió imponerse con claridad para que el equipo pudiese ganar peso en el medio del campo.
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Quagliata: Debutó en partido oficial con el Depor para jugar la recta final. Ayudó a tapar las últimas arremetidas del Burgos.
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