Aprobados y suspensos de un Espanyol perverso

Joan García: Es un portero que da (muchos) puntos. Nuevo partido excelente y en el que destila calidad. Empezó bien porque el VAR anuló el tanto de Masca en el primer minuto. En el 22′ realizó una parada excepcional para evitar el 0-1 de Masca, aunque en el córner no pudo hacer nada para evitar el tanto de Luengo. La defensa perica le ayudó demasiado poco. En el 75′ sacó, con la cara, una ocasión peligrosa de Colombatto. Tremendo su nivel.

Omar El Hilali: Fue el jugador que más acciones de ataque propició en la primera mitad, con centros al corazón del área. No encontró siempre destinatario, pero por lo menos lo intentó y no se escondió. El ‘problema’ estuvo en defensa porque apareció en las fotografías de los goles de Luengo y Dani Calvo (este lo anuló el VAR) porque remataron los que estuvieron más cerca de él. Pero ello no le amedrentó y siguió creciendo en el partido.

Sergi Gómez: Bastante hizo con mantener la línea en la primera mitad porque el Oviedo le achuchó. Se enfadó en cada acción a balón parado y es que el equipo no le ganó ni una a los jugadores del Oviedo. En la segunda mitad, cuando tocó asegurar bien el área no cometió erorres y se mostró seguro. Con la zaga de tres centrales se le vio, claro, más cómodo.

Cabrera: Es de esos jugadores que son capaces de lo mejor y lo peor en el mismo encuentro. Eso sí, en este Espanyol es intocable. En la parada potentosa que hizo Joan García, en el minuto 22, persiguió sombras y permitió el remate de cabeza de Masca. Hubos veces que se confió en exceso, pero fue el ‘héroe’ con su tanto. Se movió perfecto para rematar el córner de Pere Milla y hacer, con un poco de suerte, el 2-1.

Brian Oliván: Su mejor acción defensiva solo la vio el VAR y ayudó al Espanyol porque sirvió para anular el 1-2 del Oviedo. Se interpretó que Alemao, que estaba pegado a él, se encontraba en fuera de juego. En la segunda mitad se cargó con una amarilla tras pasarse de frenada en una acción, sin peligro, y fue sustituido. No está a su mejor nivel y se le vio sobrepasado en demasiadas acciones.

Keidi Bare: Gusta a Manolo González y a los aficionados del Espanyol por su capacidad de sacrificio. Además, su llegada desde segunda línea da frutos. En el minuto 28′ destiló la fe que le caracteriza al pelear un balón y, gracias al VAR, le señalaron un penalti por un pisotón de Colombatto (fue el 1-1 de Braithwaite). Es todo compromiso y no escatimó esfuerzos.

Aguado: Partido en el que vuelve a dejar fría a la afición del Espanyol porque cuando debería dar una marcha más al juego, contemporiza demasiado. Se pierde en pases horizontales y apenas supera líneas de presión. En el minuto 11 se le vieron las costuras cuando se dedica a tareas defensivas y es que Alemao le ganó una jugada con mucha facilidad. En el 34′ tuvo una gran oportunidad, pero le dio toques de más al balón y cuando fue a disparar ya se vio encima demasiados defensas del Oviedo.

Puado: No acaba de tener toda la incidencia deseada y el equipo necesita que recupere su mejor versión. Se le acaba el tiempo y es que la Liga no espera a nadie. El único destello que pudo realizar fue una gran acción, en el 35′, en la que asistió a Aguado. En la segunda mitad intentó moverse en ataque, pero no encontró ningún pase interesante.

Roca: Manolo González apostó por él y lo cierto es que pasó bastante de puntillas por el partido. Se vio en medio de la espiral del fracaso del equipo perico en la primera mitad y tuvo poquísima incidencia en el juego. No disfrutó de ninguna acción en ataque. Tras el cambio de Brian Oliván pasó a ser lateral izquierdo y se mostró más incisivo y cómodo. El ‘problema’ es que duró poco porque en minutos fue sustituido por Bauzà.

Pere Milla: El peligro que creó fue a balón parado y suyo fue el centro de córner que acabó en el 2-1 de Cabrera. Con el balón en juego no acaba de entenderse demasiado con sus compañeros y algunos controles se le escaparon de manera inexplicable. Aun así, es capaz de crear confusión en los rivales y, algo muy importante, fue al límite en todas las acciones. Trabajo incansable y de ahí que acabase fundido.

Braithwaite: Crea pánico en las defensas de los rivales y esperanza en la afición. No desaprovechó el penalti que tuvo en el minuto 32 e hizo el 1-1. Celebró su gol haciendo, con los dedos de las manos, el ‘21′: el número de Dani Jarque y la cantidad de goles que suma esta Liga. Era una promesa con Domus Vi (residencias y centros de día). En el añadido tuvo el 3-1, pero optó por el pase y ahí se perdió la ocasión.

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Rubén Sánchez: Trabajo y recorrido.

Bauzà: Se le vio muy implicado y cumplió con su cometido que fue ayudar en defensa.

Víctor Ruiz: Seguro y sirvió para dotar de tranquilidad a Sergi Gómez y Cabrera.

Óscar Gil: Controlado y sin estridencias, bien.

Gastón Valles: Esfuerzo.

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