Aprobados y suspensos de un Espanyol de Primera
Los goles de Puado y el trabajo solidario de todos devuelven al club a la categoría que jamás debió abandonar
Joan Garcia. Sin incidencia en la primera parte, no tuvo que hacer ninguna intervención de mérito, estuvo muy atento en las salidas para cortar balones a la espalda de los defensas. En la segunda apareció cuando hizo falta. El Espanyol ha jugado toda esta temporada en Segunda con un portero de Primera que por fin tiene el premio que merece.
Omar. Muy bien abriendo el juego por su banda, siempre atento a salir conduciendo cuando el Oviedo se lo permitió. Impreciso en el centro, no es una novedad, pero nada que reprocharle a un futbolista que siempre lo da todo por el Espanyol.
Calero. En la línea de los últimos partidos, es decir, en una línea excelente en cuanto a la parcela defensiva. Seguro por arriba y contundente. La mejoría del equipo en el playoff ha sido en parte, gracias a él.
Cabrera. Alguna imprecisión peligrosa con el balón, pero también algún pase (como el que origina el segundo gol) magnífico. Fuerte al corte, vio una amarilla tras un error de Jofre. Siempre aporta, siempre se sacrifica por el equipo.
Pere Milla. Desde el primer minuto pidió el balón e intentó progresar por su banda. La presión no fue con él. No se arrugó en ningún momento. Una asistencia deliciosa a Puado supuso el 2-0 antes del descanso. Absolutamente clave para que el Espanyol se fuera por delante en el marcador al final de los 45 minutos. Fue el primer cambio y se marchó entre una sonora ovación más que merecida.
Keidi Bare. Luchó como siempre en una de esas tareas ingratas pero impagables. Flojo con balón, pero imprescindible para el equipo. Se marchó entre lágrimas en el que pudo ser su último partido con la camiseta del Espanyol.
Gragera. El Oviedo le tapó desde el inicio. Le presionaron, le apretaron y limitaron su capacidad de generar juego. Un problema para el Espanyol, que fue demasiado horizontal en buena parte de la primera mitad. Defensivamente impecable, eso sí.
Puado. El capitán, el héroe, el hombre del ascenso. Dos goles para devolver al Espanyol a la categoría que nunca debió abandonar. Debe ser el estandarte del club en el futuro. Gracias Javi.
Melamed. Poco vertical, impreciso en el balón parado y lento en la conducción. No fue su mejor partido, pero dio igual. El Espanyol está en Primera.
Jofre. Descolocado y muy mal cerrando el balón parado (que no debería ser su principal tarea) pero siempre vertical y voluntarioso en ataque. Un chico de la cantera que acabó llorando. Se merece lo mejor.
Braithwaite. Más participativo en la primera parte que en la segunda, en donde no le llegaron balones en condiciones. No fue decisivo pero si el Espanyol ha llegado a la final del playoff ha sido gracias a su temporada, a sus 22 goles y a su compromiso con el equipo.
Brian Oliván. Buenos minutos del lateral, que relevó a un Pere Milla cansado. Trabajó bien en defensa.
Salvi. Estiró al equipo en un par de balones por banda que logró aguantar y arañar unos minutos al reloj.
Aguado. Pudo sentenciar el partido, solo contra el portero con opciones de disparo y pase. Eligió mal y condenó al Espanyol a sufrir hasta el final.
Víctor Ruiz. Apuntaló la defensa en los minutos finales.
Pol Lozano. Con el partido roto entró para darle empaque al centro del campo.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.