Ángel: “Tengo mucho fútbol para dar”
El delantero regresa al club trece años después y fue presentado junto al mediapunta Álvaro Romero, “un jugador con poca vergüenza”, como él mismo se describió.
Se suele decir que quien se va sin que le echen, vuelve sin que le llamen. Si bien no ha sido exactamente así, lo cierto es que Ángel Rodríguez Díaz (La Laguna, 1987) ha regresado –después de 13 años-, a la que fue su casa tras una larga y exitosa carrera deportiva en Primera y Segunda División. “Aún tengo fútbol para dar y es un bonito reto para mí”, dijo con su habitual sonrisa en su presentación oficial.
El delantero suspiró cuando habló de un posible ascenso. “Sería el colofón de mi carrera, lo máximo”, dijo. “Estaría súper contento de terminar así y obviamente estamos trabajando en ello. Vamos a intentar ir partido a partido, pues somos conscientes de que la Segunda División es una categoría muy complicada”, avisó. “Hay rivales muy fuertes y rocosos que va a ser difícil superarlos”, imaginó.
La suya fue una larga y difícil negociación. Por momentos parecía que su vuelta era imposible, en otros las posturas se empezaban a acercar hasta que el pasado 23 de junio su fichaje se hizo oficial. “No ha sido una decisión fácil”, confesó, “pues tuve que consultarla muy bien y estuve varias semanas pensando. Fue difícil porque sé que la gente espera mucho de mí y espero satisfacerles”, deseó.
Ángel surgió de la cantera del Tenerife y ascendió a Primera División en 2009, sumando un total de 108 encuentros y 17 tantos. Tras no renovar contrato pasó por varios equipos como Elche, Levante, Getafe, Zaragoza y recientemente en el Mallorca, entre otros. Acumuló 240 partidos en la máxima categoría.
A su lado le escuchaba atentamente y casi con admiración, Álvaro Romero (Sevilla, 1996), otra de las caras nuevas del proyecto. “Cuando mi agente me dijo que el Tenerife había preguntado por mí, me pensé que se estaba quedando conmigo. No se trata de un equipo cualquiera de Segunda División, es un club histórico”, dijo el andaluz visiblemente ilusionado con su llegada, pese a que una lesión de rodilla le impedirá entrenar con normalidad durante unos meses más.
“Quiero dar las gracias a todo el Tenerife por dejarme cumplir el sueño de jugar al fútbol profesional. Los plazos de la lesión van bien, estoy poniendo muchas ganas, quiero estar cuanto antes jugando, pero esta es una lesión delicada y hay que tener cuidado”, contó el atacante procedente del Algeciras.
Por eso, en este tramo deberá recurrir a la paciencia. “Me toca ver todo desde fuera, cuando esté dentro quiero desarrollar mi juego con los conceptos del míster. Me definen como un futbolista de calle, de barrio, descarado y con poca vergüenza”, dijo. “Me voy a morir por dentro por no poder jugar en un estadio como el Heliodoro desde que empiece la Liga, sentiré envidia sana de mis compañeros”, se lamentó.