Alemañ derriba la puerta
El ilicitano es el máximo goleador del equipo y se ha convertido en intocable. Llegador, con mucho sacrificio y buen trato de balón.
El Granada apostó este verano por Pedro Alemañ. Cuando llegó era un melón por abrir. Sin estrenarse en la máxima categoría tras una vida en la cantera del Valencia, tuvo una pequeña experiencia en Holanda con el Sparta de Rotterdam (cinco partidos). Un talento que no había tenido la oportunidad de mostrarse en la élite. Entonces, con 23 años, el Granada llamó a su puerta.
No se pudo descubrir demasiado de él en pretemporada, con algún problema físico que incluso le impidió estar bien en el inicio liguero (aunque el primer partido se lo perdió por sanción). Su estreno fue contra el Eibar, con siete minutos saliendo desde el banquillo. Repitió de suplente contra el Mirandés siendo de los que cambió lacara del equipo y dio una asistencia para que Pablo Sáenz empatara el partido, que finalmente acabó perdiendo el conjunto rojiblanco.
Convenció a Pacheta que, contra el Málaga, se estrenó como titular. También fue su primer gol como profesional, para empatar el partido en La Rosaleda en el primer punto que sumaron los granadinistas en esta liga y completando los 90 minutos. Titular frente al Leganés, en un notable encuentro del ilicitano, aunque fue sustituido en el minuto 76.
En Burgos cuajó otro buen encuentro con 89 minutos sobre el campo y dejó su mejor actuación, al menos de momento, el pasado domingo contra el Huesca en la primera victoria rojiblanca. El centrocampista mostró su mejor versión en este nuevo esquema de Pacheta, con más libertad de interior pero con libertad de movimientos. Y de una de esas llegada dejó el gol de la victoria. El ilicitano dejó patente su calidad con un disparo de primeras como si de un pase a la red se tratase.
Organizando el equipo, bajando a ayudar en la construcción y llegando a las inmediaciones del área. Según sofascore, el mediocentro tiene un 82 por ciento de precisión en el pase, llegando a un 91 en campo propio. Un 75 por ciento de acierto en los pases largos, además de una asistencia (ante el Mirandes) y una ocasión clara creada.
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Pero también trabaja en defensa. Contra el Huesca no escatimó en el esfuerzo a la hora de bajar ayudar a defender ese 0-1. Recupera de media dos balones por partido, gana casi el 50 por ciento de los duelos, bajando la estadísticas en los duelos de aéreos.
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