Al Zaragoza sólo le vale la victoria frente al Deportivo
El equipo aragonés, hundido en el pozo de la clasificación, no puede permitirse otro tropiezo en el Ibercaja Estadio. Los de Hidalgo, también en crisis: cinco sin ganar.
Al Real Zaragoza, hundido en el pozo de la clasificación con sólo seis puntos en once jornadas, se le acaba el tiempo de reacción a pasos agigantados. Dice Rubén Selles, su tercer entrenador en dos meses y medio de competición, que no hay que convertir el partido de esta noche en un vida o muerte, pero todo lo que no sea una victoria supondría poner un nuevo clavo en el ataúd del equipo aragonés. Y para rodear de mayor transcendencia a la cita frente al Deportivo, hay organizada dos horas antes en la fan zone del Ibercaja Estadio una gran manifestación de protesta contra la propiedad y la gestión de la sociedad anónima deportiva bajo el lema ‘¡Estamos hartos!’.
Sellés no lo tiene fácil para conseguir el primer triunfo del Zaragoza en su estadio. Va a tener que improvisar su defensa, porque tiene lesionados a los centrales Radovanovic y Tachi y porque Saidu –chico para todo- y Tasende están en duda por unas molestias en el tobillo, así que está por ver si habrá cambio de sistema y si Pomares, lateral zurdo, actúa como marcador de emergencia junto a Insua o si el juvenil Ale Gomes, que hizo su debut este miércoles en la Copa, se mantiene como titular (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
También son bajas Keidi Bare, recuperándose de su operación de apendicitis, y Akouokou, cumpliendo el tercero de sus cuatro partidos de sanción por haber destrozado de un manotazo el monitor del VAR en el encuentro frente a la Cultura Leonesa, mientras Paulino, hasta ahora un compendio de ineficacia, tiene muchos números de volver a la convocatoria una vez restablecido de su micro rotura fibrilar.
Enfrente espera un Deportivo que, a otro nivel, también aterriza en el partido en crisis. Los coruñeses llevan cinco jornadas sin saber lo que es ganar en los que han sumado tres puntos de 15, curiosamente los mismos que el hundido Zaragoza. El objetivo y la misión que se ha marcado Hidalgo es recuperar todo lo que ha ido perdiendo el equipo desde que en la sexta jornada se colocó líder. Lo primero, reencontrarse con la victoria en Liga después de darse una pequeña alegría en Copa ante el modesto Sámano (1-5). Una goleada que no permite sacar demasiadas conclusiones, pero que la menos sirvió para recuperar un destello de optimismo y sumar para la causa a Stoichkov y Cristian Herrera. Algo es algo.
Lo siguiente es volver a encontrar la identidad y un patrón de juego que ha ido transformando al Depor de un equipo dominador a otro cuyo plan es difícil de descifrar. La primera decisión pasará por elegir entre defensa de cinco o cuatro y los jugadores elegidos para la sala de máquinas. Así, Gragera podría regresar al once para jugar junto a Villares. Eso permitiría a Mario Soriano, el hombre para todo del centro del campo, adelantarse a la mediapunta, su demarcación natural. Junto a él estarán seguro Yeremay, Mella y Mulattieri, que no tuvieron desgaste copero, e incluso Luismi Cruz si la apuesta es más ofensiva.
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Otro aspecto a mejorar es el gol. Los coruñeses sólo llevan cuatro en las últimas cinco jornadas. Uno fue en propia puerta y los otros tres de Yeremay, de los cuales dos llegaron de penalti. Aumentar el caudal ofensivo, mejorar la eficacia y comenzar a explotar el balón parado son los tres pasos a dar para recobrar la pegada perdida. Tampoco están mucho mejor las cosas en la otra punta del campo, con seis partidos consecutivas encajando. Nueve goles en contra, más del doble que en los primeros seis encuentros. Una larga lista de deberes para recuperar la esencia del inicio de Liga o que la tormenta se convierta en huracán.
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