Al son de Jonathan Viera

En la UD Las Palmas siempre ha habido una consigna clara en la última década: si el balón quema, dásela al 21 porque él sabrá qué hacer. Las Palmas regresaba a un campo maldito como Butarque y sufrió muchísimo durante la primera parte ante las embestidas de los madrileños. ¿El antídoto de Luis García? Sacar a Jonathan Viera tras el descanso para que controlara el partido. Y vaya si lo hizo.

Con los ajustes de Luis García para dejar caer a Ale García sobre el carril izquierdo y cubrir a Mika Mármol, que acostumbró a cerrar con Álex Suárez y Barcia, el centrocampista ganó espacio y jerarquía en el centro del campo y comenzó a contemporizar el encuentro a favor de los intereses amarillos. El partido se iba a jugar al ritmo que Viera quisiese.

Desde que saltó al césped se convirtió en el metrónomo de la UD Las Palmas y no paró de ofrecerse y pedir balones. Por aquí y por allá. Siempre estaba Viera para tomar la decisión correcta y desahogar a los amarillos. El 21 sacó su repertorio de recortes, amagos y uso del cuerpo para esconder balones, desahogar el juego y dirigir a la UD. Flashbacks de las grandes tardes del Gran Canaria.

La expulsión de Seydouba Cissé le dio todavía más espacios para desplegar su fútbol y volver a plantar la bandera de la victoria en un campo maldito: Las Palmas no ganaba en Butarque desde 2005. 21 años de sequía pulverizadas al ritmo del 21 de Las Palmas.

Tras llegar tarde en el verano y sufrir una lesión en su espalda cuando empezaba a coger ritmo, a Viera se le vio ayer más entero físicamente y con un ritmo más similar al de sus compañeros y de la categoría, su debe en las primeras jornadas. Y si el físico le acompaña, la calidad no necesita exprimirla. Sale de sus piernas de la manera más natural.

De su mejoría física habló Luis García en la rueda de prensa postpartido, que aseguró que le ve “mejor”, alabó su capacidad para cambiar partidos “desde el banquillo o desde el inicio”.

“Es un jugador diferente que tenemos que cuidar. Nos aporta muchísimo escucharle hablar antes del partido, su apoyo a los compañeros y ver cómo vive el encuentro en el banquillo. Tiene un compromiso muy grande con el equipo de su vida”, desgranó Luis García.

El asturiano incidió en que Jonathan Viera “cambió el partido sin lugar a dudas” y que, precisamente por eso, le metió en el descanso. Las Palmas no encontraba ventajas y “Viera te marca la diferencia apareciendo en situaciones en las que no le quema el balón”.

El 21 volvió a sonreír con la camiseta insular y la numerosa afición desplazada a Leganés coreó su nombre como tantas veces ya ha hecho en su carrera. La sonrisa del jugón regresó a la cara de Viera, y eso siempre será una buena noticia para Las Palmas en su búsqueda de sellar los objetivos.

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