Al filo de la suspensión
Las Palmas cuenta con cinco futbolistas a una tarjeta de ser sancionados. Si tocara jugar playoff y se mantienen así, el contador se pondrá a cero.
A estas alturas de la temporada, apenas dos jornadas por delante del torneo regular, son tiempos de cábalas, lo mismo da que sean propias ajenas. Sin embargo, a nivel colectivo Las Palmas tiene una, además muy sencilla: si gana los dos partidos que le quedan será equipo de Primera División el próximo 27 de mayo, sábado. Si no, toca darle varias vueltas al asunto.
Mientras, motivos disciplinarios influyen en las cábalas internas que se hacen en el vestuario de la UD. Ocurre que García Pimienta tiene ahora mismo a su disposición a cinco futbolistas en situación de peligro, acaso al filo de la suspensión. Sin son amonestados en Cartagena no podrán jugar contra el Alavés, pero es que si ven esa quinta amarilla la semana que viene en ese partido en el Estadio de Gran Canaria se perderían un hipotético primer partido de los playoff. Igualmente si fuera una tarjeta roja. Asimismo, la sanción derivada de ello, sea de uno o más partidos, computaría en esos partidos extra.
Los jugadores implicados son Álex Suárez, Loiodice, Moleiro, Sandro y Marc Cardona, titularísimos los cuatro primeros en los planes de su entrenador. Sin embargo, si tras los duelos ante Cartagena y Alavés siguen teniendo esas cuatro tarjetas amarillas, se quedarían a cero en caso de que Las Palmas se tenga que enfrentar a los agónicos playoff por ascender a Primera División. En las eliminatorias podrían recibir dos amonestaciones antes de ser sancionados. A la tercera, un partido (la final) sin jugar.
Precedente.
Las Palmas vivió la temporada pasada un precedente más que significativo. Ocurrió que, en plena y hercúlea remontada, nueve victorias en los últimos 11 partidos para acabar entrando en los playoff, Jonathan Viera fue amonestado en Ibiza cuando todavía quedaban cinco jornadas para acabar la temporada. Sin embargo, el 21 aguantó estoicamente y entró ‘limpio’ a las semifinales del playoff, donde el Tenerife hizo de tornado ante la UD.