Aitor Sanz, 300 veces blanquiazul
El capitán se metió en la historia del Tenerife al participar en Montilivi. Está entre los seis futbolistas que más veces jugaron en estos 100 años.
Pase lo que pase tras las finales, Aitor Sanz ya habrá logrado una gesta -otra más-, y estará en la historia del Tenerife. Sucede que el madrileño cumplió en Montilivi 300 partidos con la camiseta blanquiazul, algo de lo que tan solo cinco jugadores pueden presumir. Falta colocarle la guinda al pastel con el ascenso a Primera División, lo único que le resta a este talentoso mediocentro.
“Se dice pronto. Nunca me lo hubiera imaginado”, comentó el futbolista en los días previos a partido contra el Girona. “Espero que lo mejor esté por venir. Sería maravilloso”, deseó. “Es lo más bonito de todo esto y vamos a poner todo de nuestra parte para conseguirlo. Para mí sería un sueño y algo con lo que uno siempre ha soñado y creo que de vital importancia para todos”.
Lo que ha conseguido Aitor está al alcance de unos pocos. Es que solamente Alberto Molina (413 presencias), Toño (385), Felipe Miñambres (357), Suso Santana (337) y José Reyes, Pepito (303) han jugado más que él. Y si llega a renovar, la próxima temporada seguramente superará al tinerfeño y entrará en el Top5.
Las 300 veces que Aitor Sanz se vistió para jugar se resumen así: 280 en Segunda División (259 como titular), 13 de Copa del Rey y 7 de Promoción de ascenso a Primera. Con él en el campo, el Tenerife ganó 112 encuentros, empató 86 y perdió los 102 restantes. A lo largo de estas nueve temporadas en el club, el centrocampista ha conseguido diez goles y ha visto seis tarjetas rojas y 117 amarillas.
El madrileño debutó como blanquiazul el 18 de agosto de 2013 en la derrota contra el Alcorcón (1-0). Álvaro Cervera era el entrenador. Su primera expulsión la sufrió poco más de un mes después ante el Lugo, mientras que su estreno goleador se hizo de rogar porque fue la campaña siguiente en Pamplona ante Osasuna (3-2).
“Recuerdo el primer derbi, estos últimos dos también fueron muy bonitos. Hubo uno contra el Betis en el que nos jugábamos no descender y conseguimos sacar el partido adelante. También hubo momentos muy duros como el de Getafe… Vamos a ver si se cumple eso de que lo mejor está por llegar”, relató.
Su estadística pudo haber sido aún mayor de no ser por esa tortuosa lesión en el tobillo/tendón de Aquiles que le hizo pasar en blanco toda la campaña 2018/19. Cuando se decía que, con 34 años iba a tirar la toalla, Aitor Sanz demostró un afán de superación extraordinario y siguió jugando hasta festejar estos 300 partidos con el Tenerife a un excelente nivel. Y el fútbol, agradecido.