A pesar de la indignación, el Oviedo trata de pasar página
Siguen los lamentos por lo sucedido en Cornellá, pero con el foco puesto ya en el Andorra.
Hasta el siempre comedido Santi Cazorla saltó al final del choque por lo que había presenciado: “Fue una sensación de incredulidad, porque no puedes controlar esas cosas”. Cazorla puso la sentencia perfecta al show del VAR en Cornellá. El murciano Lax Franco como principal y el madrileño Moreno Aragón desde el VAR se encargaron de convertirse en los protagonistas de un partido en el que hasta ese momento había reinado las dos piernas de Cazorla. Hasta tres decisiones polémicas denuncia el Oviedo que le vinieron en contra.
La más discutida, el gol anulado a Calvo por una supuesta interferencia de Alemao con Oliván, defensa espanyolista, que ni siquiera protestó la acción. En el penalti de Colombatto hay un pisotón claro, pero sorprendió en la expedición azul el “lo veo perfecto, no toca balón”, que se reveló en los audios del VAR cuando el argentino desplaza antes el esférico.
Lo visto el lunes fue la gota que colma el vaso de una temporada en la que muchas decisiones le han venido en contra a los azules. Por ejemplo, hay dos acciones en las que el VAR llamó al árbitro delante de la pantalla, pero el colegiado no atendió la sugerencia y siguió en sus trece. Una, en el derbi ante el Sporting un toque a Paulino en el área gijonesa. Otra, un agarrón a Borja Sánchez ante el Tenerife.
Y hay más reclamaciones. La anulación de un gol a Seoane en Santander por una falta 50 segundos antes, una roja a Luengo en una acción en la que despeja la pelota las dos rigurosas amarillas a Homenchenko... Son algunos de los ejemplos.
Sin sintonía. Tras uno de los últimos enfados mayúsculos, un agarrón a Borja que quedó sin sanción incluso tras intervenir el VAR, el Oviedo pidió una cita con el CTA pero los árbitros la fijaron para más adelante. Aún no se ha dado. Y aunque el contacto es continuo entre club y árbitros, no parece que haya mucha sintonía entre ambos.
Para Cazorla, las situaciones que se dieron fueron claras. “A mí el árbitro “no me da ninguna explicación, le pregunté con todo el respeto. Y él me responde ‘no te lo puedo decir, pero me dicen que hay una acción polémica’. Veo que va al VAR y mira el fuera de juego posicional. Fue una sensación de incredulidad. No puedes controlar esas cosas. Pero ahora hay que seguir porque tenemos personalidad”.
Oier Luengo, otro de los protagonistas en el choque ante el Espanyol, se manifiesta de una forma similar a Cazorla, aunque insta a olvidarse del asunto cuanto antes. “Creo que sí que nos puede durar el cabreo y la frustración, pero hay que pasar página ya. Nos tenemos que centrar en el partido del domingo porque es muy importante. Es cierto que nadie se explica lo sucedido. Hasta los propios jugadores del Espanyol , que en la jugada no pidieron nada: para mí no es una acción en la que Alemao intervenga. Es un tema del VAR, ellos creyeron que era así y lo pitaron. Condiciona mucho el partido, porque era un escenario totalmente diferente irnos con el 1-2 al descanso. Son cosas que no podemos controlar, podemos hacerlo con lo que pasa en el campo y ahí fuimos muy superiores en ese primer tiempo”, indica el zaguero.