Ropero acaba con la maldición
El Hércules vuelve a ganar fuera de casa nueve meses después tras conquistar Marbella. Beto se marcha de vacaciones con once puntos de 15.
Adiós a la maldición. Fin a una racha eterna. El Hércules sacó el orgullo para volver a ganar fuera de casa nueve meses después. Tras aquel triunfo en Alcoy, el pasado mes de marzo, el cuadro blanquiazul no se llevaba una alegría lejos del Rico Pérez. Y esta llegó tras tumbar al Marbella, un equipo en caída libre y que tampoco arranca con Movilla en el banquillo. El cambio de técnico no ha sentado bien por tierras andaluzas. En Alicante, ha sido todo lo contrario. Beto Company se marcha de vacaciones invicto y tras sumar once puntos de 15 posibles. Su llegada le ha cambiado la cara al Hércules.
El cuadro alicantino se llevó el partido porque fue más efectivo que su rival. Toda la puntería que le faltó ante el Sanluqueño la encontró en Marbella. Unai Ropero, al poco de empezar la segunda parte, se inventó un golazo para darle al Hércules su primera alegría fuera de casa. Un buen regalo de Navidad para un equipo que llegó a Marbella con siete bajas, dos de ellas de última hora (Galvañ y Samu Vázquez). Pese al contratiempo, el Hércules fue efectivo en las dos áreas. En defensa, Abad levantó un muro para liderar junto a Rentero la victoria. El Marbella, mientras, lo fio todo a Rodri Ríos, pero su goleador no estuvo acertado.
El choque arrancó con una buena puesta en escena del Hércules. La primera ocasión fue para Unai Ropero, que obligó a Manu a realizar una gran parada. Hicham tuvo el 0-1 tras un fallo de Monsalve que provocó que Abad se luciese con una buena intervención. Rodri despertó y el Marbella mejoró hasta el punto de que el delantero falló, de cabeza, una de esas que siempre caza. Su remate se fue alto. También le anularon un gol por claro fuera de juego. La primera parte se cerró con otra parada de Abad a remate de Puñal. El Marbella, a los puntos, mereció más antes del descanso.
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La segunda parte arrancó con otro disparo alto de Ríos, con el punto de mira desviado. Toda la efectividad que le faltó al ariete la tuvo Ropero en la otra portería. El vasco se sacó un latigazo cruzado, ajustado al palo, imparable. Con el 0-1, el Hércules tiró de oficio para cerrar el partido y que pasase lo menos posible por su área. Y lo consiguió. Tres puntos que le permiten mirar hacia arriba y hunden un poco más al Marbella.
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