Roigé congela a Torres en el 94′
Al Atleti B se le escapa el botín en el añadido tras remontar el tanto de Longo con las dianas de Boñar y Niño. El Antequera mereció el empate.
Un punto que no deja contento a nadie. Ni a un Antequera que puede perder comba con el Murcia por el liderato ni a un Atleti B que se veía con un tremendo botín en el añadido y que volvió a ver cómo se le escapaba con un gol in extremis. Lo mereció el equipo local, que se volcó e incluso dio la sensación de llevárselo si llega a durar más. Bombardeó a centros el área de Iturbe y encontró premio en la laguna defensiva colchonera, sin cubrir la entrada de Pol Roigé desde segunda línea.
Pese a la dificultad de la misiva, el equipo de Torres saltaba al césped de El Maulí con la necesidad de mejorar su versión como visitante, después de tres derrotas consecutivas. Pero pronto volvía a dispararse en el pie. El penalti cometido por Martín Pascual y el gol de Samuele Longo, exdelantero del Espanyol, Girona, Rayo e Inter entre otros. Su disparo, por el centro, a punto estaba de sacarlo Iturbe con las piernas sin éxito.
Seguiría apretando el Antequera, en busca de la cabeza de la Liga. Y el filial continuaba dormido. Kostis perdía el balón, Elejalde driblaba a Martín pero no definía ante Iturbe, rematando demasiado cruzado. La banda diestra del Antequera era un incordio constante para la defensa rojiblanca. Martín le quitaba el gol a Elejalde cuando se disponía a rematar un gran centro de Biabiany. Y Julio Díaz despejaba bajo palos la nueva llegada del 16 que se colaba en la red.
Momentos de supervivencia colchoneros, con Iturbe salvando el remate de Biabiany con una buena mano. Vivir al filo. Un chaparrón del que saldría vivo y renacido antes del descanso. Primero desde el juego, equilibrando el campo, encontrando a Selu Diallo, a Diego Bri, las apariciones por banda... y el premio del gol justo antes del paso por vestuarios. De un córner sacado por Diallo regresaba a las botas del centrocampista, que devolvía el balón al área para encontrar a un Boñar con alma de delantero. El control con la derecha y la definición con la izquierda, un recurso fantástico del lateral derecho para noquear al Antequera. Minuto psicológico, zurdazo al mentón.
El partido estaba donde quería Torres. Con la frustración local y el penalti forzado por Niño ante el error de Fomeyem metiendo el pie donde no debía. Y lo convirtió el punta con suma tranquilidad, sin temblarle el pulso lo más mínimo. La segunda parte se había puesto de cara. Un 1-2 con olor a puestos de playoff y de acabar con todos los fantasmas de visitante. No sería tan fácil. El Antequera comenzaba a cargar el área, Guillem Jaime concentraba pelota con su entrada y Biabiany continuaba haciendo estragos por la derecha, aunque Torres aglomerase efectivos y sumase a Dani Martínez y Pablo Pérez para intentar ayudar a Julio.
No fue suficiente. Rubio, Clavijo, centros, más centros, disparos... todos contra la muralla colchonera. Hasta que se quebró. Un balón una vez más de Biabiany encontraba la entrada de Pol Roigé al segundo palo, libre de marca para batir a Iturbe. El empate en el 94 con dos minutos más por jugarse. Con espacios para el Atleti que Ale García no aprovechaba y más centros que embotellaba a los rojiblancos. Final que dejaba a los dos equipos con la rodilla a tierra. Un punto insuficiente para ambos.
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