“Tenía una sensación como si manejara el balón con las manos, con absoluto control”...
Las definiciones del Zidane futbolista tienen el patrón común de la calidad. En ellas aparecen elogios como “un jugador por encima del resto”, “elegante, lo tenía todo” o “De 0 a 10, un 9”, aunque también señalan que “tenía un aspecto bonachón, pero era bastante cabroncete”. Hasta Messi se rindió en una charla con el ganador del Balón de Oro en 1998: "Para mí es uno de los más grandes de la historia, siempre lo admiré, lo seguí mucho en el Madrid y lo sufrí. Él siempre fue un jugador diferente, elegante, alto, con magia, lo tenía todo".
El ’5’ blanco provocó impresiones bien distintas entre sus rivales. Desde el banquillo, Gregorio Manzano, exentrenador de Atlético y Mallorca, tuvo que organizar su pizarra para frenar a Zizou: “Es uno de los jugadores que unía talento, técnica, fortaleza física, un gran disparo y buen remate dentro de las cualidades básicas del fútbol en cualquier futbolista. ¿Nota? De 0 a 10, te diría que un 9. Y cuando hablamos de todas esas cualidades en uno sólo se dice que es un súper jugador. Además, no podías cerrarle una pierna porque te salía con la otra, te podía rematar perfectamente y su ‘dribbling’ era perfecto. Reunía todo en ese cuerpo privilegiado”.
Aitor Ocio, exjugador de Athletic y Sevilla, no olvida el 15 de enero de 2006 cuando vio el primer y único hat-trick del francés en su trayectoria unido a una asistencia frente a la que contrarrestó con un gol hispalense dentro del 4-2 final. En la crónica de AS, Zidane se llevó tres picas junto a “El crack”: "Marcó tres goles y exhibió su repertorio de regates, controles y pases. Fue el de sus mejores tiempos". Unos calificativos acompañados dentro de la crónica: “El director de orquesta, el malabarista, el artista sin melena”. Su rival en aquel encuentro habla de Zizou casi como si se tratase de un mago: “Tenía una sensación como si manejara el balón con las manos, con absoluto control”.
Otro futbolista de rojiblanco, pero con la camiseta del Atlético de Madrid, aparece en la figura de Antonio López, capitán y leyenda colchonera que no logró ganarle un derbi aunque sí lo hizo con Osasuna, que lo veía como si fuera Tony Manero en ‘Fiebre del sábado noche’: “Era un jugador diferente, en clase estaba por encima del resto. Muy elegante. Técnicamente muy bueno con unos gestos que siempre se ha dicho que parecía que estaba bailando en el campo. Era muy difícil quitarle el balón y tenía esa zancada que hacía que fuese más rápido de lo que parecía”.