Real Madrid
Lo que el Madrid alegó para ‘suavizar’ la sanción a Vinicius
El club blanco asegura que las imágenes del VAR fueron sesgadas, que se produjeron insultos racistas...
Vinicius ha sido sancionado con dos partidos por los hechos que se produjeron con Dimitrievski en el encuentro ante el Valencia. Finalmente, el Comité de Disciplina de la RFEF precisó que este castigo se decidió después de que el jugador actuase “de manera violenta al margen del juego, no estando en posibilidad de disputar el balón o el juego detenido”. Sin embargo, en dicha resolución el Comité ha estudiado y argumentado las diferentes alegaciones que el Real Madrid hizo llegar para evitar que Vinicius fuera castigado o que lograse una sanción más ‘suave’.
En primer lugar, se quejó de que, por parte del árbitro Soto Grado, hubo “un error material manifiesto en el acta arbitral, en cuanto a las pruebas gráficas y videográficas aportadas”, por lo que la expulsión “se fundamenta en una valoración incompleta y sesgada de los acontecimientos”. Este hecho es rechazado por el Comité de Disciplina, que asegura que “las imágenes aportadas permiten apreciar de forma inequívoca la acción recogida en el Acta”.
Otro atenuante que quiso usar el Real Madrid tiene que ver con la manera que Soto Grado tomó la decisión. Para el club blanco, “las imágenes proporcionadas por el VAR al árbitro para adoptar su decisión omitieron una parte determinante de los hechos, en concreto la provocación previa mediante agresión de Dimitrievski”, que según la defensa de Vinicius, fue la que hizo reaccionar así al jugador. Sin embargo, desde el Comité se afirma que “el Colegiado pudo visionar (por dos veces) la totalidad de las imágenes del hecho sancionado, que le permitieron valorar la acción y adoptar su criterio técnico al respecto”.
Gritos racistas, presión...
También el club blanco asegura que, antes de la acción con Dimitrievski, se habían dado en Mestalla “insultos racistas graves al jugador en el momento inmediatamente anterior a la expulsión, que no fueron recogidos en el Acta”. Un Vinicius del que, además, se destaca que vivió una enorme presión por parte de público y adversarios. Además, el brasileño se arrepintió de forma “espontánea” tras el partido y que sufrió una “presión constante de la afición y los adversarios”.
La respuesta del Comité de Disciplina fue que se ha tenido en cuenta todas las circunstancias pero, sin embargo, eso no justifica la acción del jugador expulsado. De hecho, se afirma que aunque esas “acciones de otros intervinientes en el hecho pueden ser consideradas reprobables, entiende que no puede proceder de oficio a rearbitrar y adoptar las sanciones”. Lo que sí se asegura, sobre los gritos racistas, es que el Comité, tras la denuncia, “incoará el oportuno expediente extraordinario para que pueda dilucidarse en el mismo, con todas las garantías, los hechos que puedan acreditarse”.
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