Endrick empieza de cero
El brasileño llega a 2025 como arrancó en el Madrid, teniendo que hacer todos los méritos para ganarse un puesto: su mejor espejo, Arda Güler.
“Año nuevo… y ¿vida nueva?”. Esa idea debe estar rondando por la mente de Endrick (18 años). El joven brasileño vio cómo en el último partido del año, y mientras calentaba para entrar en el terreno de juego junto con Fran García, un gol de Lukebakio a falta de cinco minutos para el final del partido interrumpía su calentamiento. Carlo Ancelotti mandaba a sus dos jugadores al banquillo. La cara del brasileño mostraba un signo inequívoco de hastío, de volver a sentir el frío síntoma de apenas contar con tiempo para poder explotar sus virtudes. Bien es cierto que apenas cuenta con 18 años, pero llegó como una de las grandes apuestas del club y eso demostró en su estreno liguero y en el de Champions: en ambos encuentros cerró el marcador con golazos Made in Endrick.
Bien es cierto que Endrick no ha acabado de explotar en lo que se lleva de esta temporada. Pese a comenzar como un rayo, el brasileño apenas ha quedado para disputar los minutos de la honrilla: 11 minutos tanto ante el Girona como el Rayo. Previamente 15 ante Osasuna (su última aparición liguera en el estadio Santiago Bernabéu), tres ante el Leganés y dos ante el Athletic: en definitiva, de los diez últimos partidos ligueros del Madrid, el brasileño ha jugado apenas 42 minutos. Ni una media parte completa. Es más, en cinco de esos diez partidos, la mitad, se quedó en el banquillo…
Si se miran sus datos en Champions, los datos le arrinconan aún más: de seis partidos, ha participado en 78 minutos: 67 de ellos en sus dos primeros encuentros (Stuttgart y Lille). Esos dos tantos que suman en su palmarés le sirvieron para fijar dos récords en la historia del equipo blanco. Ante los pucelanos, perforó la portería de Hein con 18 años y 35 días en su estreno liguero en el Santiago Bernabéu. Días después volvía a registrar otro récord: con su gol al Stuttgart se convertía en el madridista más joven en anotar con la elástica blanca en Liga de Campeones: lo hizo con 18 años, un mes y 27 días.
Pero llegó Lille. Precisamente, ante el equipo francés disfrutó de su primera y única titularidad hasta el momento. Y ahí se puede radicar su punto de inflexión. Aquella noche, el joven delantero (18 años) fue titular actuando con Vinicius en la punta de lanza del ataque blanco. Rodrygo se quedó en el banquillo por molestias en la espalda, Mbappé, que llegaba con un golpe, igual, aunque este acabó entrando en la segunda parte.
Con la política plenamente asumida por Ancelotti de ‘riesgo cero’, el chaval salió de inicio. Tuvo dos claras ocasiones. En una se topó con el meta lillois Chevalier. En la otra pecó de egoísmo: en una arrancada desde el centro, y teniendo a Bellingham corriendo prácticamente a su altura y situado mejor para encarar el ataque blanco, prefirió disparar sobre la meta francesa, fallando la ocasión...
Desde entonces, han pasado casi dos meses de aquello, el chaval acaba entrenándose con los suplentes tras la disputa de los partidos. Mientras sus compañeros atienden a la prensa, él se queda trabajando unos minutos bajo la atenta mirada de Antonio Pintus. Pero no pierde el respeto por la afición blanca: en Liverpool, pese a jugar apenas 10 minutos (vio una amarilla por una dura entrada), y antes de irse por el túnel de vestuarios, se giró, encaminó sus pasos hacia donde se situaban los aficionados blancos y les dedicó unos aplausos de vuelta. Pero volvió a mostrar cara de contrariedad, algo que no le ha abandonado en los últimos tiempos...
Endrick, que ha afrontado las palabras de Ancelotti de que no saldrá en el mercado de invierno como una oportunidad de oro, encara 2025 como una reválida. Seguramente sea el delantero titular en Cartagena en el segundo partido del año, el estreno en Copa. Se quiere agarrar a esos minutos que Ancelotti le dará para demostrar que su aprendizaje va lento pero seguro. Quiere convertir la frase de Ancelotti (“Si pienso que Endrick es el jugador ideal para ganar el partido va a jugar”) en una realidad palpable.
El mejor ejemplo lo tiene en su compañero Arda Güler: la pasada temporada, el joven turco no empezó su campaña hasta el primer partido de Copa en enero de 2024 ante la Arandina (hasta entonces tuvo que encarar sendas lesiones musculares), para acabar posteriormente con 12 participaciones entre todas las competiciones y seis goles marcados. El turco suma ahora 21 partidos en la presente temporada, con un gol marcado (al Girona) y tres asistencias dadas… Endrick arranca de cero, pero tiene el mejor ejemplo posible...
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