REAL MADRID | EL PADRE DE ARRIBAS
“Zidane ya le decía a mi hijo entonces: ‘Tú vas a llegar, seguro”
El padre de Sergio Arribas, líder del Castilla, repasa con AS los inicios del medio, del que Ancelotti ha tirado este curso. “Tiene ‘feeling’ con Raúl, que para mí es el profesional ejemplar”.
No es Ancelotti un entrenador dado a tirar porque sí de la cantera: en todo el curso apenas ha repartido 71 minutos a jugadores del Castilla. Sergio Arribas ha recibido 19 de ellos y los ha sabido aprovechar: en la semifinal del Mundial de Clubes, ante el Al Ahly, hizo su primer tanto con el Real Madrid, lo que produjo una explosión de felicidad en Leganés, desde donde seguía el partido su familia. “Salió a un minuto del final y al verle nos dijimos: ‘Algo es algo’. Lo que no esperábamos era que marcase en su primer balón. Fue un chute de emoción, alguna lágrima se nos escapó. ¿Qué más se puede pedir?”, cuenta Enrique, su padre, que se cita con AS para repasar los orígenes de la perla más brillante de Valdebebas.
De profesión taxista (la madre de Arribas es enfermera), Enrique evita las fotos para este reportaje: “El protagonista es mi hijo por lo que está haciendo, no yo”. Eso que está haciendo ya le granjeó a Arribas un cántico propio de la grada de animación del Bernabéu, en el Madrid-Elche, presenciado por su padre: “Fue inesperado. Que quieran así a tu hijo... pues mola. Y se ve que la gente está deseando que salgan chicos”.
Arribas ya había debutado con el primer equipo en la 2020-21, a las órdenes de Zidane, uno de sus ídolos y que siempre pareció entenderle: “Hablaba mucho con él, le decía: ‘Tú vas a llegar, seguro’. Y lo curioso es que ahora está con Raúl, otro de sus ídolos. Siempre ha tenido muy buen ‘feeling’ con él. Y me alegro, Raúl me parece un ejemplo de profesional, el que le ponía a mis hijos: luchaba todas, le traían competencia y sobrevivía, respetaba al rival y al árbitro...”. Sin embargo, en la 2021-22 Ancelotti no tuvo en cuenta las cualidades del pequeño volante, que finalizó ese curso con 15 dianas (este ya lleva 12). “Llega otro entrenador y no le encajas... pues no le encajas. Tú no has cambiado. Pero él tiene claro que su sitio es el Castilla. Cuando sube, es un premio: disfruta, aprende y toma nota”, explica Enrique.
Arribas, que también mostró aptitudes para el tenis, entró en la cantera del Madrid en 2012, con 11 años, aunque pudo hacerlo antes: cuando aún jugaba en el equipo del colegio Pérez Galdós de Leganés hizo las pruebas, pero no fue seleccionado. Se lo llevó el Lega, aunque dos años después enmendaría ese error el club blanco. Quemó etapas a toda velocidad hasta que llegó al Juvenil B que dirigía Álvaro Benito: “Ese año le vino bien. Tuvo claros y oscuros, jugando con gente más mayor, fue al banquillo, incluso algunos días no fue convocado... Fue un bofetón, le sirvió para darse cuenta de que tenía que dar más. Luego llegó Raúl y ahí se disparó, en goles, en asistencias, viendo todo con mucha facilidad. Se dio cuenta de su propia capacidad”.
“¿A quién no le gustaría quedarse en el Madrid?”
De aspecto ligero debido a sus 174 centímetros (“El físico siempre fue su hándicap, sobre todo de pequeño. Era el más bajito, le pasaba factura. Con el tiempo aprendió trucos, lo suple con su técnica”), su padre siempre le ha insistido para que mantenga los pies en el suelo: “De pequeño le pedían fotos y yo le decía: ‘No es por ti, es por ese escudo’. Yo le digo que a los niños los tiene que atender siempre, él fue uno de ellos. Y que sea humilde, trabajador y buena persona; con esas tres cosas, probablemente te irá bien”.
El Madrid le pidió un esfuerzo el verano pasado para ascender al Castilla pese a que tenía ofertas de Primera: “Para irse del Madrid siempre hay tiempo, volver es más difícil. Hizo una apuesta por el club. Al final del año veremos. ¿Qué le gustaría quedarse en el Madrid? Claro, y a quién no. Pero en ningún lado te van a regalar los minutos”.