“Yo no quiero vender a Dovbyk, pero si pagan 40 millones no puedes hacer nada”

Muchos de los focos por la excelente temporada se los llevaron, claro, Míchel y sus jugadores. Pero en la historia del Girona hay un ‘arquitecto’ que está a punto de cumplir diez años en el club rojiblanco: Quique Cárcel. En julio llegará a los diez años como director deportivo rojiblanco y, sin duda, está inmerso en su mejor momento. Tiene contrato hasta 2027 y, por delante, un futuro tan ilusionando como exigente. Empezando por este verano que va a tener que construir una plantilla de Champions.

Cárcel ha visto crecer y resurgir al Girona. Ascensos, descensos, playoff fallidos, clasificación para la Champions, multitud de jugadores. El director deportivo de la entidad gerundense ha visto infinidad de cosas, pero quiere quedarse en el presente y disfrutar del futuro. Él, claro, ha recibido ofertas “de esas irrechazables”, pero siempre priorizó quedarse en casa, en el Girona. Y más ahora, que ha encontrado a su pareja de baile ideal, Míchel Sánchez. Entre menos, además de todos los miembros que integran la secretaría técnica, tienen actualmente la misión de construir un equipo de Champions. No será sencillo, ni porque se tendrá que decir adiós a activos importantes y porque tocará acertar con los recambios. De momento, Aleix García puso rumbo al Bayer Leverkusen y ha llegado Ladislav Krejci. Habrá más movimiento, muchos más. Aunque a los que más preocupa a la afición es quién más puede salir y uno de los nombres que más retumban es el de Artem Dovbyk. Maneja ofertas importantes, como la del Nápoles, que ofreció 35 millones, y se sigue esperando a que el Atlético pueda subir su apuesta tras plantarse en los 25 kilos. En una entrevista en el Diari de Girona, Quique Cárcel fue claro: “Nosotros no hemos de comprar para vender, hemos de comprar para consolidar el proyecto. Yo no quiero vender a Dovbyk, pero si pagan 40 millones no puedes hacer nada, se ha de vender. Lo más importante es aprovechar todo esto para consolidar al Girona en la élite”.

Ampliar

Pase lo que pase, en el club rojiblanco impera el optimismo y Cárcel destila confianza e ilusión. Así lo advierte porque se afronta el mercado con una economía saneada y potente. El límite salarial este curso será de récord, de 80 millones de euros: “Por primera vez estoy en disposición de poder enviar ofertes por jugadores. Esto no había pasado nunca. Antes pensabas en un jugador que al mercat podía sortir per 8 milions, pero tú solo te podías gastar dos o tres”. Aleix García salió por 18 millones fijos más 2 variables. Cárcel espera un mercado, como todos, largo, aunque advierte, por experiencia, que “en julio, cuando empiezan las pretemporadas, también empiezan las prisas y todo se acaba acelerando”.

El director deportivo confiesa que diez años dando para mucho y que “se ha desgastado mucho, pero sigo con la ilusión de un niño”. Por último, para no caer en la precipitación y los nervios, paciencia. El curso siguiente, con la Liga, la Champions y la Copa del Rey se antoja de emociones fuertes y “sé que lo que viene ahora no será durísimo, sino lo siguiente. Yo empatizo mucho con la gente y sé que si les das caviar... Sé que me matarán si en la jornada cinco, el equipo pierde tres partidos, empata uno y gana otro de suerte. Lo tengo clarísimo”. Cárcel, si algo ha demostrado, es que vale la pena mantener la calma y confiar.

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