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LAS PALMAS

Y la enfermería resistió

Las lesiones musculares dejaron de ser una fuente de quebraderos de cabeza en el regreso de Las Palmas a la élite.

Actualizado a
10/03/24 FUTBOL PRIMERA DIVISION  UD PARTIDO LAS PALMAS - ATHLETIC DE BILBAO
Carlos Diaz-Recio

Las Palmas enfrenta otro de los retos con el trasvase de gran parte del cuerpo técnico amarillo al Sevilla, pues David Gómez, preparador físico de la U.D. desde 2019 siguió el camino que emprendió García Pimienta. Parte fundamental, junto al cuadro médico de una temporada alejada de una epidemia de lesiones que fuera factor a la hora de pelear por la permanencia.

Durante la temporada del ascenso cuando Las Palmas se encontraba en plena efervescencia —lo fue todo el campeonato— los canarios empezaron a sufrir por momentos una serie de bajas por lesión que tensionaron las costuras. La enfermería se iba llenando a mayor velocidad de la que podía dar salida. Fueron jornadas en la que los recursos se tensionaron. Por ejemplo, en Anduva, cayeron Marc Cardona, Coco y Sandro del tirón.

Momentos en los que se le preguntaba el entrenador sobre lo que estaba ocurriendo, por qué había tanto lesionado, si entrenamientos muy duros o lo contrario, si alimentación, si césped, si temperatura, si la superluna y el técnico siempre respondía que no habían cambiado nada. Cosas del fútbol.

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Carlos Diaz-Recio

Así pues que el instinto imaginara una plaga de lesiones pudiera tumbar en algún momento crítico a la Unión Deportiva estaba ahí. Si uno hace un paseo por los clubes de fútbol profesional no es raro encontrar un momento en el que varias de sus figuras o jugadores de la misma demarcación coincidan en el tiempo con lesiones.

Le ocurrió sin ir más lejos al Real Betis en el cierre del campeonato y cristalizó en la primera parte en el estadio de Gran Canaria, cuando tanto Guido Rodríguez como Isco Alarcón, por diferentes motivos, tuvieron que acabar abandonando el césped del coso insular.

No obstante la U.D. llegó a finales de mayo y ni epidemia, ni plaga, ni nada por el estilo. Los grancanarios pasaron por su primera temporada tras su regreso a la élite del fútbol español, con una enfermería en la que no hubo saturación, ni rastro de ella. Un factor determinante para un equipo que llegó con opciones de caer a Segunda a falta de dos jornadas. Y que por lo tanto, la suma de detalles, como este de la enfermería, contribuyeron a ser parte de la diferencia para caer del lado de la permanencia.

Si acaso el momento de mayor apretura en cuanto a disponibilidad ocurrió en el mes de enero, cuando se sumaron las ausencias de Coco, Marvin, Araujo, Curbelo o Lemos. Aunque más de la mitad de ellos nada tuvieron que ver con lo físico. Como la del ecuatoguineano fue a disputar la Copa África, o al californiano que le caía una sanción de cuatro partidos en Copa y la incapacidad por contrato para enfrentarse al Barcelona.

El único futbolista de los más utilizados por García Pimienta que reiteró sus lesiones fue precisamente Julián Araujo. Se lesionaba por primera vez ante el Celta en la primera vuelta y en este 2024 no llegó a encadenar más allá de seis partidos consecutivos a causa primero de una sanción y posteriormente de una lesión ante Panamá. Ante el Cádiz abandonaba con lágrimas en los ojos tras marcharse por un problema físico.

Por tanto dentro de la reestructuración que está obligada a llevar a cabo Las Palmas esta temporada también se encuentra la del preparador físico que sea determinante, tanto por tono físico como evitando sangría de lesiones.

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