Y Joselu mandó callar al Camp Nou en el derbi más temperamental
“Habían pasado muchas cosas las últimas 24 horas”, explica Joselu. “Nuestro sentimiento no lo tiene ningún otro equipo”, reivindica Darder. “Contra todo y contra todos”, subraya Melamed.
No estaba Gerard Piqué, pero ni falta que hizo. Saltaron chispas sobre el Camp Nou en un derbi aparentemente descafeinado hasta la previa, cuando la justicia ordinaria permitió que Robert Lewandowski lo jugara con el Barcelona, y que incluso rozaba la monotonía hasta la media hora final. Cuando irrumpieron Antonio Mateu Lahoz, Álvaro Fernández y, sobre todo, un Joselu Mato que rescató de penalti un punto para el Espanyol. Fue un derbi que los pericos vivieron con más temperamento que nunca, incluso los debutantes en la materia.
El gesto que pasará a la historia de la iconografía del Espanyol, por el momento, el escenario y las reacciones fue el de Joselu nada más anotar el 1-1. Igual que en aquel Clásico de 1999, el delantero blanquiazul, que disputaba su primer derbi catalán, que nunca había marcado en Can Barça, mandó callar a la grada. “Me salió así”, justificó. “Tienes mucha adrenalina, recibes muchos insultos, se acuerdan mucho de tus familiares y habían pasado muchas cosas en las 24 horas anteriores”, enumeró ante los medios de comunicación el goleador, quien rubricó: “Y al final, sacas la rabia que llevas dentro”.
“Simplemente, quiero mandar un mensaje a los pericos que pudieron venir pero no disfrutar de llevar su camiseta. Sentimos su aliento igual”, se significó un Joselu que hizo gala de ese factor emocional, inculcado previamente en el vestuario por parte de los más duchos en derbis, como Sergi Darder, el capitán, que también lo sacó a relucir tras el empate: “El sentimiento que llevamos nosotros no lo tiene ningún otro equipo”, sentenció el mallorquín.
“No solo jugábamos por nosotros, sino por mucha otra gente. Es difícil ser del Espanyol, y con todas las adversidades que sufrimos estamos más que nunca con nuestra gente. La imagen y el orgullo del equipo son dignas de remarcar”, analizó Darder, canterano como un Nico Melamed que se expresó en términos similares: “Contra todo y contra todos siempre, sacamos el orgullo perico que llevamos dentro para ir a por el partido. La unión de este equipo y la afición es única, el sentimiento perico no se puede comparar con cualquier otro, y es lo que se demuestra en estos partidos. Sentimos la afición dentro, que nos apoyan siempre, y lo intentamos demostrar cada minuto”.
El sentimiento lo comparten jóvenes de la cantera que acabaron teniendo minutos en el Camp Nou, como Simo Keddari o Rubén Sánchez. Pero también recién llegados, como un Brian Oliván de pasado azulgrana que lo vivió como si llevara desde niño defendiendo la camiseta blanquiazul, o un Vinicius Souza que, en la celebración del gol del empate, mostraba el escudo dirigiéndose a la grada de un incrédulo Camp Nou.
“Ellos saben que los necesitamos. Pueden estar descontentos en cuanto a puntos, pero en cada partido nos lo dejamos todo. Esperemos que en 2023 estén siempre con nosotros. No pediremos nada, sino que daremos”, culminó Darder en los canales del club. Y este 2023 pasa, casi de inmediato, por una eliminatoria de Copa del Rey a partido único contra el Celta, este martes en el regreso al RCDE Stadium, y también en casa otra suerte de derbi, el sábado, ante el Girona.