Xavi presiona a Laporta con el Madrid de por medio

Xavi se marchó del Clásico de Arlington con un 3-0 a favor contra el Madrid (es su sexta victoria contra Ancelotti en nueve partidos), el descubrimiento de Fermín López, que ahí queda; y la legitimidad suficiente como para recordarle a su presidente, Joan Laporta, que si el objetivo la próxima temporada es “ser hegemónico y dar un paso más en Europa”, como ha proclamado el propio presidente, no sólo valdrá con la magia. Harán falta más refuerzos. Y para eso, con buena habilidad discursiva, utilizó al Madrid.

“Tiene la plantilla más física del mundo. Jugadores más físicos, más técnicos”, soltó el técnico antes de apretar a su presidente: “Necesitamos algo más”. Xavi, todavía joven en su carrera como entrenador, sí aprendió durante sus años de jugador, y luego capitán, lo importante que es ganar la guerra del relato. Este sábado era una buena oportunidad para sacar pecho por su trabajo. Un gol de laboratorio bien cocido por su equipo de ayudantes que desnudó al staff de Ancelotti; y la aparición de un jugador de cantera que puede haberse inventado él. Pero el técnico también repasó la estadística del partido y los datos fríos destacaban 29 disparos del Madrid, un equipo que en el centro del campo presume de técnica con Modric, Ceballos o Kroos, pero también de físico con Tchouameni, Bellingham, Camavinga o Valverde.

Eso pesa durante una temporada y Xavi quiere, al menos, igualar en lo que pueda las fuerzas. Puede que la temporada pasada no estuviese en la mejor posición para exigir, porque el club le puso en sus manos armas que Koeman no había visto ni de lejos: Lewandowski, Christensen, Raphinha, Kessié y, finalmente, la guinda de Koundé. Eso, además de heredar la valiente apuesta del holandés por Pedri, Araújo, Alejandro Balde, Gavi… Todos ellos indiscutibles hoy en la primera plantilla.

Pero Xavi cumplió su parte del trato. Al menos en la Liga. Devolvió el título al Barça después de tres años de sequía y lo hizo, además, con solvencia. Pero él mismo vio que faltaban cosas y que hubo momentos dubitativos de la temporada. Como conoce los intestinos del club, se ha anticipado a los tiempos. Ve hace unos meses un rival muy poderoso, el Madrid, que podría añadir Mbappé a todo lo que tiene ya. Y sabe que el nivel de exigencia será altísimo. Para colmo, tiene la incertidumbre del caso Dembélé anticipado por AS y no sabe qué respuesta ofrecer porque es consciente de que podría verse sin el francés a dos semanas de empezar el campeonato de Liga. Por eso quiso plantar su discurso en la sala de prensa del AT&T Stadium de Arlington. Lo hizo con cierta finura, entre líneas de lo que había sido el partido y de las alabanzas a la capacidad de competir de su equipo. Pero dejó plantados los mensajes de manera muy consciente. Si Laporta quiere excelencia, necesita mimbres. De momento, eso se cuantifica en un lateral derecho y un interior creador. Si saliese Dembélé, huelga decir que exige un jugador top. El Barça demostró este sábado en Texas, como toda la temporada pasada, que su once puede mirar a los ojos a casi todos los equipos de Europa. Pero para subir el último escalón, hace falta fondo de armario. Eso es lo que busca Xavi con su mensaje a Laporta.