Xabi no está solo
El vestuario cierra filas en el momento más delicado. Del “hoy hemos demostrado que estamos con el míster”, a la autocrítica. El abrazo de Rodrygo escenificó un punto y aparte

El uno para todos estaba fuera de duda. La noticia es que también, desde ayer, están todos para uno. Y eso es un mundo. Perdió el Madrid y perdiendo hay cierta sensación de optimismo. Tal vez eso dice mucho de cómo estaba la situación. Pero lo dice. Ayer, el vestuario salió en tromba a respaldar a Xabi Alonso. Se pasó de tantas noches sin que nadie diese la cara, a una en la que costaba dar a basto para tomar declaraciones. Fue algo meditado. Hablado y consensuado. Una escenificación de una decisión: apoyo al entrenador.
Cuyo talante, incluso, ha cambiado en 48 horas. El pasado martes, esbozaba su escueto “sí” a la pregunta de “¿sientes que tienes el apoyo de toda la plantilla?”. La respuesta fue tan breve, que propició un silencio sepulcral en Valdebebas. Extraño; cortante. Atmósfera muy diferente a la de anoche, en el Bernabéu. “Hoy no tengo nada que reprochar” o “agradezco mucho la actitud”, fueron algunas de las respuestas que dio, tras el partido. El tono, antónimo.
Como la imagen generalizada. Era la noche de su juicio; amén de evitar que fuese la del juicio final. Se palpaba la tensión desde la grada, hasta el vestuario. Los jugadores lo sabían. Y dieron un paso adelante. El primero, Rodrygo, autor del golazo del 1-0 que puso en pie a Chamartín: en su celebración, fue a abrazar a Xabi Alonso en la banda. Una imagen muy potente. Trascendente. Un gesto que ejerce de puntos de sutura ante una hemorragia, por momentos, descontrolada. Rodrygo fue el primero en tener un detalle y el primero en hablar. Pero tras él, llegó la catarata de halagos.

Rodrygo
“Es un momento complicado para él, como para nosotros. Las cosas no están saliendo y quería demostrar que estamos juntos, con nuestro entrenador. Se habla mucho, pero quería decir eso, que estamos juntos y que necesitamos esta unidad para seguir adelante y conquistar nuestros objetivos”.
Bellingham
“El entrenador es genial. Personalmente, tengo una excelente relación con él. Y sé que muchos de mis compañeros también la tienen. Después de la racha de empates, tuvimos muy buenas conversaciones internas y sentimos que hemos dejado atrás esa racha, salvo en los dos últimos partidos. Nadie se da por vencido, nadie se queja ni se lamenta. Seguimos intentando resolverlo en el vestuario, independientemente de lo que pase fuera. El vestuario tiene lo necesario para darle la vuelta a la situación. Quizás necesitemos un poco de suerte o discutir algo internamente”.
Courtois
“Nosotros no lo vemos como si lo del City hubiese sido un examen a él. Queremos ganar, porque sabemos la situación en la que estamos: hemos perdido demasiados puntos en Liga y aunque en Champions estamos bien, no podemos caernos del Top-8. Pero creo que hoy hemos demostrado que estamos con el míster, que hemos jugado bien, dado el 100%. Y eso se ha visto en el campo o, al menos, es la sensación que he tenido yo en el campo. Que lo hemos dado todo, hemos jugado un buen partido y no ha podido ser”.
Asencio
“Cada partido estamos siendo examinados, pero eso pasa toda la vida en el Real Madrid. Sabemos la presión que tenemos en cada partido, vayan las cosas bien o mal. Lo único que puedo comentar es que el vestuario sabe el mensaje que transmite Xabi Alonso, que el vestuario está con Xabi Alonso al 100%, que el día a día en Valdebebas es muy, muy bueno. Pero sí es verdad que estamos viviendo una situación quizá un poco diferente, atípica en las temporadas del Real Madrid. Y lo único que podemos hacer los jugadores es cambiar la actitud, que es la parte más importante; o al final, lo que todo el mundo quiere ver, un cambio. El otro día lo comentaba Aurélien, que la actitud es lo principal a cambiar. Y hoy se ha visto un cambio”.

¿Punto de inflexión?
Queda la duda del eterno debe: este Madrid no es constante. Es su talón de Aquiles futbolístico y ahora, surge la duda de si lo será en lo extradeportivo. Si esta defensa pública al entrenador se mantendrá en el tiempo. Si será cariño de un día. Por lo pronto, es un antes y un después. El vestuario no rehúye la autocrítica, sabedor de que gran parte de la responsabilidad del bajo rendimiento está en una evidente falta de actitud. Lo dijo Tchouameni y lo secundaron sus compañeros.
“El tiempo dirá si esta noche es un punto de inflexión”, esbozaba Xabi Alonso en la sala de prensa del Bernabéu. Fue una de sus últimas frases, en la que por momentos potenció ser su última noche. Y sin embargo, puede terminar siendo en la que todo cambió. Porque el Madrid, perdiendo, se llevó cierta sensación de optimismo. De dulce, al menos. Tal vez porque la situación estaba tan rota, que cualquier mejoría se percibe como un paso de gigante. Pero se atisban mejorías. Más concretamente, se atisba unidad. Algo básico; pero ausente estos meses. Xabi, −escuchado lo escuchado− no está solo.
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