Williams y el racismo: “Me duele por los africanos que se intentan buscar la vida”
No esconde el “miedo” a que su hermano Nico padezca ataques e insta a educar en redes sociales: “Se tendrían que abrir con un DNI”.
Iñaki Williams es un ejemplo de la lucha contra el racismo, que afecta al fútbol, pero sobre todo a la sociedad. El león ha sufrido dos episodios en su carrera. El primero fue en Gijón ante el Sporting en 2016 cuando “era un chaval de 22 años que no entendía como en pleno siglo XXI sucediesen todavía estas cosas” y el segundo en Cornellá ante el Espanyol en 2020: “Lo piensas fríamente y los anormales son los que hacen este tipo de cosas”. El extremo rojiblanco lanza que él mismo es un privilegiado respecto a otros de su mismo color de piel. “Me alegré de que me pasase a mí porque es dar visibilidad a que estas cosas pasan más allá del fútbol. Que me pase a mí no me duele porque tengo el culo pelado, me duele por la gente que se intenta ganar la vida, como muchos africanos, vendiendo por las calles. Ellos son los más vulnerables y los que más sufren estos actos”, apunta sensato en una charla con Dani Garrido, director de Carrusel Deportivo de la SER, en el marco del primer episodio del videopocast ‘LaLiga VS’, una plataforma cuya misión es erradicar el odio tanto dentro como fuera de los estadios. No esconde que le da “miedo” que le pueda salpicar ahora a su hermano Nico.
“Hay que tener tolerancia cero. Tiene que haber mano dura, no se pueden permitir este tipo de comentarios”, recalca el mayor de los Williams, internacional con Ghana, agradecido a LaLiga por su implicación: “Actuó muy bien. Los compañeros, en ese momento, no estaban centrados en lo que me estaba pasando, pero después me dijeron que si en otra ocasión pasase algo similar, abandonaríamos el campo”, rememora el extremo, que se vio recompensado en el Heliodoro Rodríguez López, que le arropó a la semana del bochorno de Cornellá: “Todo el estadio me ovacionó en el minuto nueve, mis compañeros salieron con mi dorsal, los jugadores del Tenerife aplaudiendo, toda la afición, las redes sociales, todo el mundo se volcó conmigo. Lo que hay detrás del racismo es ver que hay gente buena y en eso se tienen que fijar los jóvenes”, desliza.
Las redes sociales deben ser revisadas, incitan muchas veces al odio: “Cada uno puede hacerse una cuenta, ponerse un perfil falso e insultar sin saber el daño que puedas hacerle a la otra personas. Las redes se tendrían que abrir con un DNI. Y también hay que empezar a enseñarlas en el colegio porque ahora todos los chavales nacen con un móvil en la mano. Debería ser una asignatura para educar a los niños”, zanja.