Volar o renacer en Heliópolis
Un Betis eufórico y un Sevilla debilitado miden sus fuerzas esta noche en el derbi del Villamarín. Manuel Pellegrini recupera a Guido y Sampaoli confía en Rafa Mir en ataque.
Betis y Sevilla encienden las luces de un nuevo derbi. Pretenden tocar el cielo en un escenario de rivalidad que esconde muchos miedos y también un puñado de desafíos. El conjunto verdiblanco cree que puede. Quizás más que nunca. Tiene de su parte un momento de felicidad que se refleja en su fútbol y en una clasificación que lo mantiene en las alturas. El equipo nervionense quiere revolucionar su presente para inscribir un nuevo punto de partida a su estremecedor arranque. Hay un favoritismo no escrito. Quizás indeseado por parte de un Betis cauto. Tal vez moderado debido a las múltiples batallas que el Sevilla conquistó en el pasado reciente. Pero los dos quieren brillar en la última fiesta (sigue el partido en directo en As.com).
En Heliópolis suspiran por un sueño Champions mientras el Betis camina por la cuarta plaza liguera. Tiene Pellegrini argumentos para sostener esa candidatura. También para retar al Sevilla tras fabricar un proyecto sostenido en su alma ganadora. El Sevilla se agarra a Sampaoli y a su capacidad de rehacer vidas. La de su equipo parece debilitada en esa zona de descenso que condiciona a la vez que obliga. Quiere ser lo que siempre fue. Sabe que el tiempo no tiene camino de regreso y en este derbi pretende dar su todo. Sin saber siquiera si es suficiente.
Pellegrini no entiende de improvisación en días como éste. Más allá de la opción de que entre Claudio Bravo en escena, dará las llaves de su fútbol a Canales y las del temor a Guido Rodríguez. Con ambos en liza su Betis ya es reconocible. Aunque haya más miedos que nunca. Fekir vuelve a ser Fekir y Borja Iglesias pretende arrancar otras papeletas de las que conducen a un Mundial. Edgar suplirá a Luiz Felipe atrás mientras Joaquín lo verá desde fuera por culpa de una lesión. Lo improvisado llegará a través de Luiz Henrique o de apariciones súbitas por parte de Ruibal o Juan Cruz.
Hay más incertidumbre en la apuesta del Sevilla. Nianzou y Fernando volvieron (¿a tiempo?) para decorar la dañada baraja de Sampaoli. Sin Marcao, la defensa de cinco sigue siendo una vía posible. El técnico argentino necesita más fuerza y velocidad en escena, algo que invita a que Rafa Mir o Lamela busquen espacios donde seguramente los haya. Ahí tiene virtudes el Sevilla, que será vertical de forma casi obligada. Hay fútbol también sin Isco. Con Óliver o con Rakitic. Con las ansias de querer respirar en esta situación imprevista. El Villamarín dicta sentencia.
